En este audio exclusivo, se escucha una conversación de Cecilia Viñas con su mamá. Fue en 1984, en plena democracia, pero ella seguía secuestrada. En 1977 tuvo un hijo en la ESMA y se lo robaron los militares. Por esa apropiación ahora se juzga a Ana María Grimaldos, esposa de un represor prófugo. Cecilia desapareció para siempre, pero antes pudo comunicarse con su familia.
Cecilia Viñas se comunicó por última vez con su familia en marzo de 1984, en plena democracia. Los militares la habían secuestrado en julio de 1977 y en septiembre de ese año había dado a luz a un niño en la sala de partos de la ESMA. La mujer estuvo en manos de los militares al menos hasta marzo de 1984. No se sabe de donde llamaba a su familia.
En el audio dice que los guardias de uno de los turnos la dejaban llamar por teléfono. A través de esas comunicaciones, Cecilia insistía en la búsqueda de su bebé, al que llamó Hugo Carlos. Nunca se supo que suerte corrió ella: hoy sigue desaparecida. El joven recuperó su identidad en 1998. Desde ayer y hasta el viernes 6 de marzo el TOC 4 juzga a la Ana María Grimaldos, acusada de ser la apropiadora de Hugo Carlos junto con al marino de la ESMA Jorge Vildoza.
El audio se escuchó por primera vez en 2011 durante el juicio por el plan sistemático de apropiación de menores. En las conversaciones, la mujer insinuaba también que se encontraba bajo custodia militar y que esperaba ser liberada. El caso de Cecilia fue tratado en el juicio Plan Sistemático que, en 2012, condenó al dictador Jorge Rafael a cincuenta años de prisión, y ayer comenzó el debate por la apropiación de su hijo, Javier Gonzalo Penino Viñas.
En 1984 Abuelas de Plaza de Mayo inició la causa judicial contra el marino Jorge Vildoza, represor en la ESMA, que tenía en su poder un niño que podía ser hijo de desaparecidos. En 1998 se confirmó que ese niño era Hugo Carlos, el hijo de Cecilia Viñas y Penino. Para entonces, el apropiador había escado del país junto con el niño. En diciembre de 1984 Vildoza y su esposa, Ana María Grimaldos, huyeron a Paraguay, después a Austria, y por último a Sudáfrica. Vildoza no volvió más al país y su familia afirma que murió en 2005 y fue cremado. Grimaldos retornó a Buenos Aires en 2012, para un tratamiento médico, y desde entonces está en detención domiciliaria, imputada por los delitos de "sustracción y retención de un menor, falsificación de documento público y supresión de estado civil".
“La Ceci”
Javier, que viajó especialmente desde Londres- donde vive- para el juicio, hizo varias veces referencia a “mi mamá Cecilia”. Ella tenía 30 cuando lo tuvo en la ESMA. Era marplatense y sus amigos la llamaban "La Flaca" o "La Ceci". Militó en el Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS) y fue delegada gremial en SMATA. Y junto a Hugo, tandilense y cinco años menor que ella, militó en el Partido Revolucionario de los Trabajadores y su estructura militar, el Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). Cuando se los llevaron de su departamento porteño ella trabajaba en publicidad, y él en Ford Copello. Por testimonios de sobrevivientes se supo que ella primero estuvo detenida en el Centro Clandestino de Detención (CCD) "El Vesubio", que luego fue llevada a la Base Naval de Buzos Tácticos de Mar del Plata y finalmente a la ESMA. Hugo, posiblemente, haya permanecido detenido en el CCD "El Vesubio" y fue visto por sobrevivientes del ESIM de Mar del Plata.
Sara Solarz de Osatinski es una de las sobrevivientes del centro clandestino que vio a Cecilia adentro de la ESMA. “Venía de Buzos Tácticos de Mar del Plata y dio a luz también un varón y durante mucho tiempo venían a visitarla a la pieza de las embarazadas los altos jefes. (Antonio) Vañek (jefe del comando de Operaciones Navales y luego jefe del Estado Mayor General de la Armada); venían (Jacinto) Chamorro (el director de la Escuela) y (Jorge) Vildoza. Eran visitas permanentes. Dio a luz alrededor de octubre de 1977. También estuvo (el médico) Magnacco”, declaró.
Los últimos llamados
Cecilia se comunicó en diciembre de 1983 con su familia. Pidió que le buscaran a su hijo. En uno de los teléfonos a los que llamó habló con Lucía Ordoñez, una mujer que la alentó en su búsqueda, y con la que volvió a tener contacto telefónico en otras ocasiones.
“Entrada la democracia, el 20 de diciembre, hay un llamado de Cecilia a la casa de mi padre donde dijo: ‘nos trasladan a Mar del Plata, anda para allá, llevá plata’. Mi padre y mi madre se fueron a Mar del Plata, no teníamos idea qué suma de dinero pedían, pero con lo que juntamos se fueron para allá”, relató durante el juicio por el Plan Sistemático, Carlos Viñas, hermano de Cecilia. “Hubo una espera infructuosa hasta el 14 de enero, no habíamos hecho denuncias porque estábamos en la expectativa. Papá sostenía que la que le había hablado era Cecilia. El 14 de enero vuelve a comunicarse a casa de mi madre (Cecilia Fernández), en Mar del Plata. Mi padre no se encontraba. Pregunta ‘¿Dónde está papá?’, ella se desespera y dice que ya tiene el dinero. ‘Yo le dije que me espere, le dije que me espere, el dinero lo puso el padre de otra compañera’, dijo, y vuelve a llamar al mismo día alrededor de las 21:00”, relató Viñas, que volverá a declarar mañana en el juicio por la apropiación de su sobrino.
Apenas comenzado el 5 de febrero, Cecilia se comunica con su mamá. Le dice que va a buscar a su hijo, la mujer le cuenta que están haciendo todo lo posible para encontrarlo. Le ofrece el teléfono de Carlos para que lo llame. Se refiere a la mujer de su padre, le dice que es una víbora y que la eche. Le cuenta de cómo se sintió cuando supo que seguía con su padre.
“Ellos me llaman todos los números que yo quiero mamá, son unos muchachos buenos a la noche”, le cuenta Cecilia. Lo que da a entender que hay guardias en el lugar y que de día son unas personas y de noche otras, y agrega que la llevaron a una enfermería, lo que lleva creer que está en algún lugar con organización militar.
“El 19 de marzo hubo una última llamada, como sin permiso, muy corta pero el casete, cuando nosotros recurrimos al Ministro de Interior, lo tomó un oficial Di Pascua en el Departamento de Policía porque iban a pasarlo por una máquina, etc. Y lo que sucedió es que nunca más tuvimos noticias”, concluyó el hermano de Cecilia.