El libro "Masacre en el pabellón séptimo" de Claudia Cesaroni se presenta hoy en el Festival Internacional de Novela Policial, en el Centro Cultural General San Martín. La historia de un motín en la cárcel de Devoto en 1978, que terminó con la muerte de 65 presos.
Empezó como una protesta y, como todo en aquel momento, terminó con una brutal represión. El 14 de marzo de 1978 fue el peor día en la historia del Pabellón 7 de la Unidad 2 de Devoto. Más de 65 presos comunes que estaban alojados ahí murieron quemados, asfixiados o con la cabeza perforada a balazos, mientras los agentes del servicio penitenciario se negaban a abrirles las puertas. Claudia Cesaroni -abogada, magíster en Criminología, con larga trayectoria en la defensa de los derechos de las personas privadas de su libertad- rescató esta historia que es el eje de su libro: "Masacre en el séptimo pabellón". Hoy a las 18hs la autora lo presentará en el Centro Cultural General San Martín, en el marco del festival Buenos Aires Negra, acompañada de Daniel Barberis, Hugo Cardozo y Nacho Garassino.
Durante muchos años la causa judicial por la masacre de los colchones viajó entre la justicia federal y la ordinaria. El 30 de julio de 1979 el entonces juez de instrucción Jorge Valerga Aráoz decretó el “sobreseimiento provisorio”. Cesaroni cree que la desidia, la falta de interés y el tiempo transformaron esa decisión en un resultado definitivo. En aquellos tiempos Elías Neuman era el abogado de uno de los presos y años más tarde, en 1985, escribió “Crónica de muertes silenciadas”. Dos años después Daniel Barberis -que el día de la masacre estaba preso en Devoto en otro pabellón- también se refirió a aquellos hechos en otra publicación: “Los derechos humanos en el otro país”.
Los sucesos también inspiraron el tema que el Indio Solari compuso en homenaje a un amigo muerto, “Pabellón Séptimo”.Cesaroni los investigó y reconstruyó. Hoy busca que el libro, así como ocurrió con el anterior "La vida como castigo" -donde analizó los casos de menores condenados a cadena perpetua- genere un espacio para el debate, y renueve el interés por reabrir esa causa, juzgar y condenar a los responsables. "Creemos que hay que hacerlo para que se pueda revisar un aspecto del terrorismo de Estado que se ejecutó sobre los llamados presos comunes".