Desde el Ministerio de Educación dijeron que se hizo sin autorización y todavía no expresaron qué medidas van a tomar. Desde el punto de vista estrictamente legal “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos prohíbe el uso del Derecho Penal para prohibir la disidencia sexual y a sus expresiones”, dijo a Infojus Noticias la abogada Luciana Sánchez.
Las imágenes de mujeres teniendo sexo en los pasillos de la Facultad de Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se viralizaron por las redes sociales y se convirtieron en el tema periodístico del día en la mayoría de los medios de comunicación. Desde la Facultad de Ciencias Sociales emitieron un comunicado en el que explicaron que la actividad “Posporno” fue programada “en un espacio áulico cerrado como una intervención artística de vanguardia acompañada de debate académico”, y dijeron que “lamentan si se hirió alguna sensibilidad al haberse desarrollado una parte de la actividad fuera del espacio inicialmente asignado”.
La actividad llevaba el título "Miércoles de Placer" y estuvo organizado por el área de "Comunicación, géneros y sexualidades", integrada por investigadores, docentes y estudiantes de la casa de estudios. En el afiche en el que se convocaba se explicaba: "El posporno llega a Sociales, se pasea por los pasillos de la facultad y va sexualizando todo a su alrededor. Una propuesta para ampliar el imaginario pornográfico y experimentar otras formas sexualizadas de habitar el espacio universitario".
Desde el Ministerio de Educación expresaron: "La demostración, más allá que se inscriba en una actividad académica, no se hizo ni el lugar ni a la hora ni bajo la autorización necesaria". Así expresó el ministro Alberto Sileoni y aclaró que la decisión de una posible sanción "corresponde a las autoridades universitarias".
“Con la performance pos porno en #Fsoc no se violó ninguna ley”, escribió en su Facebook la abogada Luciana Sánchez, militante del colectivo de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. Sánchez, explicó a Infojus Noticias que “la figura de exhibiciones obscenas –que históricamente tenía el sentido de prohibir todo aquello que los juristas consideraran vicioso y fuera del sexo normal– es hoy considerada censura, más cuando se aplicada a una performance” y enseguida agregó: “Hay jurisprudencia contundente sobre la inconstitucionalidad de ese artículo del Código Penal cuyo subtexto era penar la homosexualidad y la transexualidad. Si te besabas con tu novia torta en la calle eso era exhibiciones obscenas”, dijo.
En este sentido, Sánchez explicó que “en democracia los grupos ultraconservadores usaron la figura de exhibiciones obscenas para perseguir determinadas expresiones artísticas”, dijo y recordó el caso de León Ferrari: “era uno de los delitos por los que se lo acusaba”. Además, la abogada, concluyó: “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos prohíbe el uso del Derecho Penal para prohibir la disidencia sexual y a sus expresiones”.
Entre quienes llevaban adelante la performance había miembros del grupo español “Post-op” que se definen como un “grupo de activistas que investigan sobre género y post-pornografía”, en su sitio web, además, definen que son un “grupo interdisciplinar relacionado con la investigación de género y la post-pornografía. Proyecto que apuesta por la resexualización del espacio y la esfera pública y la relectura crítica del discurso normativo. Seres vivos creativos se unen para generar un espacio de trabajo híbrido que aborda sexualidad y género desde la noción de cuerpo y performance. Cuerpos, roles y morfologías aparecen como entes en tránsito que cuestionan el orden legitimador y proponen prácticas sexuales y géneros no esencializantes”.
Libertad irrestricta
En ese contexto de ideas se llevó a delante la actividad en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Desde la Facultad emitieron un comunicado en el que explican que el Área de "Comunicación, géneros y sexualidades" “trabaja temáticas referidas a los géneros y las sexualidades desde 2012, con una perspectiva crítica que problematiza las visiones hegemónicas al respecto” y que lleva desarrollados una gran cantidad de debates e intervenciones performáticas. “En este caso, la actividad “Posporno” fue programada, al igual que las anteriores, en un espacio áulico cerrado como una intervención artística de vanguardia acompañada de debate académico”, explicaron.
En el texto, además, se plantea que “la universidad pública constituye un ámbito de libertad irrestricta, pluralidad ideológica e intercambio permanente de ideas. Se trata de una comunidad integrada por personas adultas que asisten a cada aula, auditorio o espacio de uso público con pleno conocimiento de los contenidos de cada propuesta”.
En relación a la supuesta presencia de menores en la Facultad mientras se desarrollaba la performance, en el comunicado desmintieron “enfáticamente” las versiones y negaron “cualquier direccionalidad partidaria de un hecho que pretendió tener un sentido artístico, político y académico”. Esto último en relación a lo dicho por la conducción del Centro de Estudiantes que, también en un comunicado expresaron: “la actividad se montó sobre las mesas de las fuerzas de izquierda que conducen el Centro de Estudiantes. Queremos decir que no solamente no nos consultaron sino que, después de orinar y eyacular sobre nuestros materiales, no limpiaron y dejaron preservativos usados acompañados por proclamas contra el Centro, sus espacios de organización y de gestión”.
Finalmente, las autoridades de la Carrera de Ciencias de la Comunicación y de la Facultad de Ciencias Sociales lamentan si se hirió alguna sensibilidad al haberse desarrollado una parte de la actividad fuera del espacio inicialmente asignado.
JC/AF