Infojus Noticias

La policía brasileña ya identificó a 32 barras bravas argentinos de la lista de dos mil nombres que el Gobierno argentino envió al país anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA. Se trata de aficionados con antecedentes violentos en Argentina. Las fuerzas de seguridad brasileñas les exigieron que abandonen el país, al menos durante el transcurso el campeonato mundial de fútbol.

El Ministerio de Justicia de Brasil informó a Infojus Noticias que treinta de los barras fueron detectados en los controles fronterizos y aeropuertos brasileños. Los otros dos fueron capturados en el estadio Mineirão de Belo Horizonte, durante el partido en que Argentina derrotó a Irán, el sábado pasado. Cuatro efectivos de la Policía Federal Argentina los identificaron en las tribunas mediante los sistemas de videovigilancia e informaron a la fuerza brasileña.

El operativo se realizó en el entretiempo del partido, y terminó con 19 hinchas demorados. Seis de ellos estaban en la lista que el Gobierno nacional puso a disposición de las autoridades de Brasil, y a dos se les exigió que abandonen el país en un plazo de 72 horas. Entre los detenidos estaba el líder de la barra de San Lorenzo, apodado “Sandokan”, y otros integrantes de la “primera línea” de la “Butteler”.

El dispositivo de seguridad

Siete policías argentinos están a disposición de las fuerzas de seguridad de Brasil y brindan colaboración para tratar con los barrabravas argentinos. Cuatro de ellos participan de los operativos en cada partido de la selección nacional, y otros tres trabajan en el centro de control de Brasilia.

El ministro brasileño, José Eduardo Cardozo, elogió la cooperación de las autoridades argentinas. El vecino país aplica un estricto dispositivo de seguridad para reforzar los controles en migraciones. La cola en el paso de Uruguayana –el mayor paso fronterizo entre Argentina y Brasil– es cinco veces mayor que en días normales, y se espera que aumente hoy en vísperas del partido contra Nigeria.

“La integración de las fuerzas de seguridad para actuar en la Copa es extremadamente importante para Brasil”, señaló Cardozo. Y explicó que “la cooperación internacional con las fuerzas de seguridad de Argentina, que envió una lista con poco más de dos mil nombres de hinchas que tienen antecedentes de violencia, refuerza aún más los controles que se realizan en la frontera”.

El primer barra argentino en ser deportado fue un hincha de Rosario Central, identificado pocos minutos después de su arribo a Brasil, en las oficinas de Migraciones del aeropuerto de San Pablo. Su nombre estaba en la nómina que el gobierno nacional remitió a Brasil. Ni bien pisó suelo argentino, anunció que realizaría una presentación ante la justicia federal. Su abogado aseguró que “no tiene antecedentes policiales vinculados a espectáculos deportivos”, pero no pudo evitar que lo enviaran de regreso hace dos semanas.