Hoy en el juicio se vieron 28 tramos seleccionados de entre 300 horas de video aportados por canales, documentalistas y los registros de la Federal. En las imágenes quedaron registrados los asesinatos de Gustavo Benedetto, Marcelo Riva, Diego Lamagna y Carlos Almirón, cerca de Plaza de Mayo. Y la de Alberto Márquez, en la zona del Obelisco.
“No nos van a matar de hambre en la casa, nos van a matar en la plaza a balazos”, gritó una mujer hace 12 años cuando, el 20 de diciembre de 2001, el gobierno de Fernando de la Rúa ordenó despejar la Plaza de Mayo de manifestantes. Hoy su grito se volvió a escuchar. Su voz aparece en los registros audiovisuales seleccionados por la fiscalía para proyectar hoy en el juicio contra el ex secretario de Seguridad de la Alianza, Enrique Mathov, y los 16 ex policías federales acusados por los asesinatos de 5 personas y las heridas ocasionadas a otras cientos en los alrededores de Plaza de Mayo.
Entre las más de 300 horas de videos aportados por los canales privados de televisión, los documentalistas y los registros del Canal 4 de la Policía Federal, la fiscalía encabezada por Mauricio Viera seleccionó 28 tramos, en los que quedaron registrados los asesinatos de Gustavo Benedetto, Marcelo Riva, Diego Lamagna y Carlos Almirón, en las inmediaciones de la Plaza de Mayo y la avenida 9 de Julio. Y la de un viejo militante justicialista, Alberto Márquez, en la Plaza de la República, cerca del Obelisco.
Lamagna y Benedetto tenían mucha sangre en la cara. Riva estaba tirado sobre avenida de Mayo a 50 metros de la 9 de Julio; su esposa María Arena vio que la vida de Gastó se apagaba por televisión, lo reconoció por la remera que llevaba puesta. En las filmaciones del canal 4, cuando ya De la Rúa había renunciado cerca de las 19.30, se ve a un grupo de policías de Asuntos Internos desplegarse con sus autos en ramillete sobre la avenida 9 de Julio, bajar y apuntar siempre al torso y la cabeza de los manifestantes. Márquez murió por dos balas de plomo en la espalda. Antes que cayera, el canal policial transmitía las corridas con una canción de Chayanne como cortina musical.
Lo mismo se vio en ese canal cerca del mediodía. Cuando con caballos y carros hidrantes los Federales cazaron a los manifestantes para obligarlos a dejar la Plaza de Mayo, de fondo se escuchaba: “Noche en la ciudad, sábado. Gente que viene y que va, sábado”, de Los Náufragos, una banda que tuvo éxito a fines de los ‘60. En las imágenes presentadas por la fiscalía también hay partes de programas como Punto DOC, y la filmación de Santiago Punte, un joven documentalista que registró su propia detención y siguió grabando hasta la celda donde estuvo hacinado con otros detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
Ese día, recién a las 13.38, después de filmar como bajo el mando del subcomisario Francisco Miglino los manifestantes eran atacados frente a la Casa de Gobierno, el canal policial dejó por un rato el sonido ambiente. “No se va, el pueblo no se va”, se escuchaba. Esas voces además de los policías también podían escucharlas en presidencia y desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por orden expresa del entonces Jefe de la Federal Rubén Santos -a diferencia de Miglino acusado en este juicio por el delito de homicidio culposo-.
El próximo miércoles 14 a las 9 está previsto que comiencen a declarar los primeros testigos ante los jueces del Tribunal Oral Federal 6 que lleva adelante este juicio. María la esposa de Riva, Marta Paladino la esposa de Márquez, la mamá del militante Carlos Almirón, Marta y Karina Lamagna, hermana de Diego, serán las primeras en hacerlo. Después le tocará el turno a Martín Galli, un joven que como Márquez recibió un balazo mientras descansaba de las corridas cerca del Obelisco. A Galli lo salvó El Toba Héctor García, militante en los 70 tiene a su hermana y a su cuñado desaparecidos, pero ese 20 de diciembre –pese a las balas- se emperró en salvarle la vida a ese muchacho. Lo hizo. A esta audiencia también fue convocada para declarar la madre de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, atacada junto a otras madres con los caballos de la montada cuando intentaban proteger a los manifestantes en la plaza.
Cadena de mandos
La primera imagen muestra a De la Rúa la noche del 19 de diciembre, cuando por cadena nacional anunció el estado de sitio y pueblo indignado salió a la calle. En la madrugada algunos seguían protestando en las escalinatas del Congreso nacional; allí cayó el primer herido de bala: Jorge Cárdenas. Sobrevivió y meses después fue entrevistado por Mariano Grondona en Hora Clave. Contó que esa noche cuando su hijo menor quiso asistirlo los policías le tiraron dos balazos con postas de goma en las piernas. “Nadie se hacía responsable, no había Estado”, dijo Cárdenas entonces. Ocho meses después Cárdenas falleció, aquejado por la depresión.
Esa fue la primera imagen, pero para el mediodía los heridos y los detenidos ya se contaban por cientos. Y cuando la conductora Gorgina Barbarossa entrevistó a uno de los comisarios de la plana mayor que estaba al frente del operativo le hizo la pregunta obligada. “¿Por qué están atacando así a la gente? Que venían con palos y piedras fue la respuesta del oficial.
—A las madres de Plaza de Mayo yo no las vi con palos, ni con piedras—, respondió Barbarossa y arremetió: ¿Quién le da las órdenes a usted? ¿Cómo es la cadena de mandos? —, insistió cuando el comisario intentó eludir la respuesta.
—El jefe de policía (Santos), el señor Mathov (secretario de Seguridad de De la Rúa) y el ministro del Interior (Ramón Mestre, fallecido antes que se iniciara este juicio) —, contestó el entrevistado.