Infojus Noticias

Una vez más los barrabravas argentinos están en un Mundial. Con las camisetas oficiales de sus clubes se pasean por las playas de Río de Janeiro. Varios viajaron el mismo sábado del debut de Argentina y regresaron por la noche o al día siguiente, otros se quedan haciendo "negocios". Esta vez no circulan en grandes grupos con bombos y banderas sino que lo hacen de a tres o cuatro y tratando de no llamar la atención.

Son conscientes de que sus nombres figuran en una lista que el Ministerio de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos de la Nación le envió a la FIFA y a la Secretaría de Seguridad del Ministerio de Justicia de Brasil. Pero de todos modos, lograron entrar al país vecino y -muchos de ellos- presenciar el primer partido de la Selección Argentina en el Maracaná frente a Bosnia.

El domingo en las tribunas se vieron colgados varias banderas, la mayoría de clubes del ascenso. Entre los identificados estaban los de la barra de Chacarita, San Miguel (con varios integrantes de La 12 de Boca Juniors), Defensores de Belgrano, Morón, Argentino de Merlo, la facción de Racing denominada "la 95", parte de la de Vélez y Argentinos Juniors, Los Andes, Godoy Cruz, Gimnasia y Esgrima de La Plata, San Telmo, Talleres de Córdoba, entre otras.

Dentro y fuera del Maracaná fueron reconocidos el mediático Pablo "Bebote" Álvarez, de la barra de Independiente; Caqui Muñoz uno de los cabecillas de la barra de Colón de Santa Fe que estuvo prófugo acusado de asesinato; Darío Cáceres, líder de la barra de Talleres de Córdoba imputado por asesinato y otros de menor rango.

Desde el Ministerio de Justicia de Brasil informaron a Infojus Noticias que "se está realizando un trabajo en conjunto con la Policía Federal Argentina y funcionarios públicos que trabajan en las fronteras y aeropuertos. Nos han enviado una lista con los nombres de los hinchas con antecedentes violentos. Además hemos establecido un operativo de control dentro y fuera de los estadios".

A la vez aclararon que "la lista es extensa y no hay manera de detenerlos a todos. Muchos de ellos cruzan la frontera por tierra y no hay modo de hacer frente a todos los vehículos. También hay varios que no tienen antecedentes de violencia y estuvieron involucrados en el enfrentamiento del Maracaná".

Hasta el momento "son nueve los argentinos a los que se les impidió el ingreso a Brasil", confirmaron desde el Ministerio de Justicia brasileño y explicaron que "los detenidos en el aeropuerto son inmediatamente deportados, en tanto aquellos que protagonicen un hecho de violencia y fueran detenidos deben dejar el país en 72 horas".

Para contener a los hinchas violentos de los distintos países el Ministerio de Justicia brasileño dispuso 100.000 hombres trabajando en 12 oficinas. Hasta la invasión de los hinchas chilenos al Maracaná, en el partido del miércoles ante España, ningún incidente importante había ocurrido. En las estadísticas del organismo de seguridad hasta el momento "son 288 las personas detenidas por la violencia en las manifestaciones, 77 extranjeros fueron impedidos de entrar en el país y 21 revendedores fueron detenidos cerca de los estadios".

Además unos "200 oficiales de 40 países trabajan en el Centro de Mando y Control y el intercambio de información sobre los detenidos y sospechosos en sus países de origen".

Para el partido que la Selección Argentina jugará el próximo miércoles ante Nigeria, en Porto Alegre, la Policía Federal y el Ministerio de Justicia han decidido reforzar el operativo con respecto al que estaba previsto inicialmente. Por la cercanía de Porto Alegre y la frontera argentina suponen que llegarán muchos más hinchas argentinos a esa ciudad, entre ellos barrabravas que intentarán sortear la restricción.

Violencia y negocios en Brasil

Uno de los negocios tradicionales de los barras es la reventa de entradas. Conseguir tickets para la reventa en el Mundial de Brasil no es nada fácil, así que algunos integrantes de la hinchada de Argentinos Juniors falsificaron varios pares de ingresos y los vendían a 1000 reales (unos 5000 pesos) por internet.

Por la reventa y una vieja disputa se enfrentaron, en el Maracaná, 15 barrabravas de Vélez con otros de Chacarita, Lanús y Laferrere. Varios del club de Liniers fueron detenidos y deportados. A la vez otros de la misma hinchada que pudieron llegar a Río de Janeiro no pasaron el control de migraciones y fueron devueltos a la Argentina.

En el partido debut de la Selección también detuvieron a dos barrabravas de Almirante Brown que quisieron ingresar al estadio sin boletos.

Los barrabravas no se pelean solo entre argentinos. El martes se metieron en medio de un banderazo organizado por hinchas chilenos en Copacabana. Trompadas en la playa y botellazos en un bar cercano alrededor de las 4 de la mañana. Se identificó a parte de la barra de Ferrocarril Oeste, que se sintió ofendida cuando los trasandinos cantaban "Oh!! se casan entre hombres, argentinos maricones".

Cuando a principios del mes de junio Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) anunció su disolución y acusó a la AFA de entregarle entradas al Mundial a otros barras, los integrantes de esta agrupación sostuvieron que cada uno viajaría por su lado y sin boletos para los partidos. Los que pudieron pasar el control lo han hecho, otros lo miran por televisión.

Hasta ese día los planes eran sacar 10 colectivos desde Buenos Aires y hacer base en Porto Alegre por la estrecha relación con la brava del Inter. Les habían prometido alojamiento en un predio de la hinchada.

En este Mundial son menos los barrabravas argentinos que en otras oportunidades, pero los negociados son los mismos. La violencia de los que vinieron está contenida pero quizás no del todo controlada. Los barras llegaron a Brasil y el peligro está latente.