"Las muertes de mujeres no son naturales, el machismo es cultural"
Durante más de cuatro horas, familiares de víctimas de violencia de género, escritores y periodistas participaron de una maratón de lectura contra el femicidio. Entre ellos estuvieron los padres de Lola Chomnalez y los de Wanda Taddei.
Fotos: Mariano Armagno
A los 13 años Lola Chomnalez imaginaba que de grande iba a ser trapecista o psicoanalista. Lo escribió en el diario íntimo que su madre, Adriana Belmonte, descubrió después de que a su hija la encontraran asesinada a fines de diciembre en Uruguay. Ayer, la mujer leyó ese texto en "Ni una menos", la maratón de lectura contra el femicidio organizada por distintos escritores, militantes y artistas en el Museo de la Lengua del centro porteño. Con el manuscrito de "Lola Luna" en la mano, Adriana por momentos se quebró. Al terminar, recibió el aplauso del público y el abrazo de su familia.
Periodistas, escritores, artistas y poetas se mezclaron durante cuatro horas en la plaza Boris Spivacow, detrás del Museo de la Lengua, con los familiares de víctimas de la forma más extrema de violencia de género: el femicidio. El objetivo era visibilizar la problemática y reclamar un freno al contador de mujeres muertas que el año pasado trepó a 277. La actividad surgió como respuesta al último crimen resonante, el de Daiana García, la joven de 19 años que apareció en una bolsa de arpillera a la vera de una ruta de Llavallol.
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Además de la madre de Lola, participaron los padres de Wanda Taddei, a quien su pareja, Eduardo Vázquez, prendió fuego. Beatriz, madre de Wanda, aprovechó el micrófono para recordar que sus nietos viven con la familia del femicida. "A partir de lo de Wanda, vi un mundo que no conocía, el de la violencia de género. Este encuentro es un granito de arena para tener una sociedad más justa, sin machismo", dijo su padre, Jorge Taddei. Y leyó un artículo sobre su hija, escrito por Raquel Fernández. “Arde una mujer y nadie sabe cuántos sueños arden con ella”.
Los “lectores” eligieron textos propios y ajenos; poesía, crónica, relatos y extractos de novelas. Susana Thenon, Helene Cixous y Alejandra Pizarnik fueron algunas de las poetas cuyas palabras reverberaron entre los asistentes, cargadas de sentido. También las canciones encontraron su espacio.
La escritora y periodista María Moreno leyó “Cadáveres” de Néstor Perlongher. “El hombre de la bolsa era uno y se llevaba niños. Las mujeres de la bolsa somos muchas y salimos muchas para que no haya ni una menos”, había escrito Moreno para convocar a la jornada.
“¿Cómo carajo llegamos a esto? ¿Cómo carajo salimos de esto?” se preguntó el periodista Daniel Riera cuando fue su turno. Antes habló de machismo y de lo improbable de que un hombre sea acosado por una mujer en la calle.
“Yo no soy la mujer de la bolsa” dijo Marta Dillon cuando el sol ya se había ido. El público sentado entre las sillas y el jardín la siguió con atención. “No somos las mujeres de la bolsa pero podríamos serlo”.La directora de Revista Barcelona, Ingrid Beck, compartió un tramo del libro de Soledad Vallejos sobre Susana Trimarco. Hacia el final no pudo contener la emoción.
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El periodista de Infojus Noticias, Juan Carrá, eligió recuperar una crónica sobre una chica asesinada en la costa. La periodista Hinde Pomeraniec leyó sentada junto a su hija.
La directora del Museo, María Pía López, fue la encargada de abrir la jornada y destacó que se trataba de una iniciativa autogestiva. “Las muertes de las mujeres son la punta del iceberg de algo mucho más grande”, dijo. Hacia el cierre de la performance, la escritora Gabriela Cabezón Cámara agradeció la participación y cerró el encuentro. “No son naturales las muertes de estas mujeres, el machismo no es natural, es cultural”, dijo.
“Dijimos ´Basta´, tenemos que hacer algo”
“La aparición del cuerpo de Daiana provocó mucha indignación”, dijo a Infojus Noticias, Selva Almada autora de “Chicas muertas”, y recordó que el año pasado se realizó una actividad similar por el aborto seguro, legal y gratuito. El cadáver de Daiana García fue hallado el mismo día que se cumplieron diez años de la desaparición de la estudiante neuquina Florencia Pennacchi, cuando salió de su casa en el barrio de Palermo. La coincidencia reunió a las amigas de Florencia que la buscan y denuncian su desaparición hace una década, con distintas artistas.
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“Dijimos ´Basta´, tenemos que hacer algo. Esta acción articulada es una convocatoria de distintas mujeres que vienen trabajando o escribiendo sobre la temática pero de manera más desarticulada”, explicó a Infojus Noticias, Agustina Paz Frontera, amiga de la estudiante desaparecida.
La iniciativa fue replicada además en la ciudad de Córdoba en la puerta del Museo de las Mujeres (Rivera Indarte 55) ayer por la tarde.
MFA/MEL
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