Lo afirmó el secretario de Justicia, Julián Álvarez, durante el lanzamiento del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia de la Procuración General de la Nación (ATAJO), en la Casa de la Cultura de la Villa 21 de Barracas.
El secretario de Justicia, Julián Álvarez, participó de la presentación del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia (ATAJO), que la Procuración General de la Nación realizó en la Casa de la Cultura de la Villa 21, en el barrio porteño de Barracas. Formó parte de un panel junto a la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, y la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, y el padre “Toto”, de la Parroquia de Caacupé.
Álvarez expresó que “lo que estamos viviendo hoy demuestra que el deseo de un país para todos y todas es posible”. Destacó el trabajo de Florencia Carignano, subsecretaria de Acceso a la Justicia, y explicó que antes de la creación de los Centros de Acceso a la Justicia (CAJ) se entendía que el acceso a la justicia sólo era el acceso a la jurisdicción. “Había gente que no podía acceder a cuestiones más básicas, por lo que ese acceso no podía concretarse”, explicó.
El secretario de Justicia destacó que a partir de esa política de Estado se logró resolver 48.399 conflictos sociales en 2010. La cifra fue creciendo a partir de la ampliación territorial de las oficinas: el año pasado se logró resolver 284.673 conflictos, y en los primeros cinco meses de 2014 ya son 143.128 los problemas resueltos. Los esfuerzos instrumentados a partir de los CAJ permiten resolver las controversias en el mismo seno en que se gestan y antes de que se conviertan en litigios judiciales o sociales de mayores proporciones. "Las políticas de inclusión social no van a tener vuelta atrás", enfatizó.
Gils Carbó afirmó que la lógica impuesta por los CAJ y replicada por los Atajos, “reflejan un cambio de paradigma, de una justicia más inclusiva”. Destacó la labor de los curas villeros, y afirmó que el padre Lorenzo de Vedia (Toto) “es un sacerdote comprometido con la realidad de los barrios”. Sostuvo que “la idea de una justicia alejada de la gente fracasó”, y aseguró que “los jueces y fiscales tienen que tener un rol social”.
La procuradora general retomó la experiencia de los CAJ. “Julián Álvarez y su equipo han trabajado mucho en acercar la justicia a la gente”, afirmó. Algunos de los primeros “Atajos” funcionarán en las oficinas de los CAJ, que ya son más de 170 en todo el país, cien de las cuales son itinerantes. En todas las villas de emergencia porteñas ya hay una oficina del Ministerio de Justicia, donde se articulan esfuerzos de todas las carteras del Estado nacional.
Parodi emocionó a los más de doscientos presentes, que coparon el auditorio de la Casa de la Cultura de la Villa 21. “Pertenezco una generación que soñó con este Estado”. Destacó “la mirada plural y la articulación de políticas” que el gobierno nacional y los distintos resortes del Estado han logrado para extender su presencia y capacidad de cara a los conflictos cotidianos de la gente. Y aseguró que “es un proceso que no se podrá detener nunca más”.
La ministra recordó las palabras de Néstor Kirchner en su discurso de asunción y dijo “él vino a proponernos un sueño, y este es el sueño de Néstor y de Cristina Fernández de Kirchner, y eso me pone muy feliz”. Agregó que “la batalla de fondo es cultural, porque es ahí donde no van a poder con nosotros”. Y concluyó: “Estamos en el mejor de los caminos, porque estamos construyendo esto colectivamente. De esto no se vuelve”.
El padre “Toto” recordó que “cuando era chiquito las villas aparecían como manzanas verdes en los mapas”. Sostuvo que “eran ninguneadas por la sociedad y por la política pública”, y celebró que “hoy hay una conciencia real, la sociedad se desayunó que hay villas”. Expresó que “cuando la justicia está taponada y no se puede llegar a ella, no hay justicia”, y dio la bienvenida a los “Atajos”, que representan “la presencia del Estado”.
“Un ejemplo de institucionalidad”
Julián Axat, flamante coordinador del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia, retomó las palabras de Álvarez, y afirmó que “el acceso a la justicia no es un problema de jurisdicción sino de política estructural”. Describió a los CAJ como “un ejemplo de institucionalidad” y celebró que el Poder Judicial y el Ministerio Público “agarren la posta y creen oficinas donde están los sectores vulnerables para resolver los problemas”.
La directora de la sede del Ministerio de Cultura en la Villa 21, Nidia Zarza, abrió la jornada e introdujo un panel compuesto por el ex defensor público Julián Axat y Luis Bastardo Márquez, director de Gestión Social del Ministerio Público de Venezuela. Zarza recordó que “el propio Papa, en su momento, venía y militaba nuestro barrio”. Aclaró que el 90 por ciento de los trabajadores de la Casa de la Cultura son vecinos del barrio, y destacó que es algo “pocas veces visto en instituciones del Estado”.
En el barrio viven más de 60 mil personas en tan sólo 64 manzanas. El edificio de Av. Iriarte 3501 tiene una superficie de 1500 metros cuadrados, y fue construido casi enteramente por vecinos del barrio. Para instalar la sede del Ministerio de Cultura se utilizó el predio de los viejos galpones del ferrocarril. Es el primer edificio público en una villa de emergencia, y fue inaugurado en septiembre de 2013 por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
En esa primera parte de la jornada, Axat coordinó un debate con su par venezolano. “El rol del Ministerio Público no debe ser sólo el elemento punitivo”, sostuvo el Bastardo Márquez. Y dio detalles del proceso de municipalización de las fiscalías que se está practicando en su país. Explicó que “no sólo es un proceso administrativo de descentralización de los órganos operadores de justicia, también es la consolidación de mecanismos que involucran a las organizaciones sociales para lograr un entendimiento armónico de la comunidad”.