Infojus Noticias

El titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbattella anticipó hoy que "la semana próxima" podría acusar a os principales accionistas de Papel Prensa de "lavado de dinero" proveniente de la apropiación de bienes de desaparecidos y aludió a la posible "recuperación" de esa y otras empresas. En ese sentido, Sbatella señaló que ingresará un pedido para “incautar” los bienes de la papelera, en la causa que tramita el juez federal Julián Ercolini y que investiga si la empresa fue apropiada bajo amenazas por parte de los dueños de los diarios Clarín, La Nación y La Razón y la Junta Militar durante la última dictadura.

Según el Código Penal, un juez puede resolver "la incautación del producto del delito y de los instrumentos utilizados para su comisión, hasta tanto se dicte sentencia definitiva". Finalmente, si el delito queda demostrado, los bienes se pueden decomisar y devolver a sus dueños legítimos. “Los delitos económicos cometidos durante la dictadura no prescribieron, son delitos de lesa humanidad. Entonces es posible aplicar la figura de lavado de activos, incorporada en 2011”, afirmó Sbatella a Infojus Noticias.

"Estamos planteando ahora la posibilidad de que se acuse de lavado de dinero proveniente de los ilícitos de la apropiación de bienes de los desaparecidos" en al menos tres casos, incluido Papel Prensa, declaró el titular de la UIF. “Lo mismo pensamos requerir en caso de otros bienes expropiados durante la dictadura, como el de los hermanos Iaccarino y Eduardo Saiegh”.

Consultado sobre si la UIF requerirá la incautación de Papel Prensa, Sbatella recordó "que son imprescriptibles los delitos de lesa humanidad" y que, en casos como el señalado, esos "delitos continuos van camino a dañar el bien protegido en el Código Penal, que es el orden económico y financiero".

"Una de las situaciones es la de Papel Prensa, pero hay otros empresarios importantes expropiados", dijo el titular de la UIF y citó a Eduardo Saiegh y a los hermanos Iaccarino, secuestrados y despojados de sus bienes durante la última dictadura. En ese mismo período, las acciones de Papel Prensa fueron traspasadas a los diarios Clarín, La Nación y La Razón por la familia Graiver, cuyos integrantes fueron secuestrados y torturados para forzar la venta.