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El fiscal general Pablo Ouviña aseguró que la ex SIDE y el centro clandestino de detención Automotores Orletti fueron las piezas claves en la conexión entre Argentina-Uruguay del Plan Cóndor. Lo hizo durante el juicio oral que indaga sobre la coordinación represiva de dictaduras del Cono Sur. "Se ha probado que los organismos represivos uruguayos participaron de manera coordinada en (el Operativo) Cóndor", afirmó el representante del Ministerio Público al sitio Fiscales.gob y a la agencia Télam. En sus alegatos, que ya llevan más de un mes, afirma que ha quedado probada la existencia del Plan Cóndor.

En este tramo, el fiscal y la fiscal ad hoc Mercedes Moguilansky describieron 27 casos de víctimasuruguayas que en su mayoría pasaron parte de su cautiverio por Orletti, en el barrio porteño de Floresta.

El juicio oral, que comenzó en el año 2012, tiene a 17 militares argentinos en el banquillo y a uno uruguayo, el general retirado Manuel Cordero.El proceso se desarrolla en dos causas que llegaron a juicio por separado pero que comparten el objeto procesal. Una, por la Operación Cóndor; la otra, por crímenes en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, que era un apéndice de aquél plan de coordinación represiva. En conjunto, totalizan los casos de 174 víctimas.

Ouviña enumeró una serie de documentos en los que sostiene la afirmación de la existencia institucional —más allá de la clandestinidad— del Plan. Uno es el Anexo 12 del Plan delEjército, que se desprende del Plan de Seguridad Nacional, titulado "control de las sedes diplomáticas", que instruía a "abrir fuego" contra personas que no respondieran a la voz de alto y quisieran ingresar a embajadas o consulados por "lugares no comunes".

El otro es laDirectiva 504/77 del Ejército, que establecía que los comandos de zona debían impedir "el apoyo desde o hacia su jurisdicción de las organizaciones subversivas que actúen en el país o fuera de él".

Cuando se explayó sobre el rol jugado la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), destacó su participación en la "comunidad informativa", donde se sentaban todas las agencias de espionaje para "detectar blancos", en especial entre integrantes de organizaciones insurgentes que formaban parte de la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR). Allí operó Miguel Angel Furci, uno de los acusados del juicio.

Ouviña también resaltó los organismos uruguayos que intervinieron directamente en el Cóndor. Uno es el SID, donde Cordero Piacentini era el tercero en la cadena de mando, detrás de Juan Antonio Rodríguez Buratti y de José Nino Gavazzo. El otro fue la Dirección Nacional de Informaciones e Inteligencia (DNII), que "tuvo un papel destacado" en la represión a los Tupamaros y al Partido Comunista, dijo Ouviña.

LB/RA