El periodista Víctor Hugo Morales y Héctor Magnetto tuvieron esta tarde una audiencia de conciliación. La había pedido el empresario por "daños y perjuicios”. Víctor Hugo informó que Magnetto se negó a escucharlo durante la audiencia.
No se imaginaba Víctor Hugo Morales, cuando esperaba la hora de la mediación con Héctor Magnetto, que cuando saliera del café Plaza sobre Avenida Santa Fe y diera la vuelta a la esquina de Carlos Pellegrini iba a encontrarse con tantas personas que habían ido a acompañarlo. Mientras tomaba un café con su abogado Eduardo Barcesat, y sus colaboradoras Fabiana Segovia y Cynthia García, se enteraron de que Héctor Magnetto, el CEO del Grupo Clarín, estaba desde las 12.40 en las oficinas de Carlos Pellegrini 1175. “Me agarró un rapto de ansiedad y le dije al doctor ‘vamos yendo’ porque ya quería estar ahí”, dijo. Magnetto se negó a escuchar al locutor durante la audiencia de conciliación que se realizó esta tarde, en el marco de la denuncia penal por calumnias e injurias que el empresario formuló en contra de Morales.
El miércoles 31 de julio se hicieron presentes en la casa de Morales varios escribanos. Le entregaron una carta citándolo a la oficina de mediación para hoy. La nota no especificaba las razones por las cuales el CEO se consideró afectado. Al día siguiente, en su programa de radio Continental La Mañana, el conductor expresó su indignación y dijo: “la justicia es corporativa y la maneja Magnetto, así que mis esperanzas son escasas”.
La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se manifestó al respecto en Twitter y cuestionó “el escandaloso silencio de sus colegas y de no pocos políticos”. Ironizó: “Si se me ocurriera hacer juicio porque no me gusta lo que opinan algunos periodistas de mí, creo que no me alcanzarían ni todos los tribunales de Argentina juntos”. Y recordó que bajo su impulso se despenalizó el delito de calumnias e injurias. “Si no, Magnetto hubiera querido meter preso a Víctor Hugo".
Pero Magnetto no se presentó a la mediación, sino a través de sus abogados. “Estoy desencantado. No fue posible el encuentro, no apareció. No entiendo por qué toda esta movida para no estar cara a cara. ¿A qué fue a perder todas estas horas?”, dijo Víctor Hugo. Y la espera fue larga porque buena parte de las miles de personas que aclamaron al periodista se quedaron en la puerta para abuchear al millonario empresario a las 17, cuando por fin se retiró. Entre los abucheos se colaron insultos, pese a que Víctor Hugo, cuando salió de la audiencia, pidió evitarlos ya que “con los argumentos que se tiene a favor, alcanza”.
Entre los que se acercaron a dar públicamente su apoyo al periodista estaba la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el productor televisivo Claudio Villarruel; Sergio Burnstein, familiar de una víctima del atentado a la AMIA; el titular del sistema de Medios Públicos, Tristán Bauer; el diputado nacional Héctor Recalde; el periodista Roberto Caballero; integrantes de Teatro por la Identidad. Además flameaban muchísimas banderas blancas de la organización barrial Tupac Amaru. Morales se fue del lugar con un chaleco de la Tupac de regalo.
Carlotto dijo estar presente "para acompañar a un gran amigo y un gran periodista". Y recalcó que la manifestación fue "para defender la democracia y la libertad prensa". "No podemos permitir la infamia y el ataque a un hombre que
no se vendió jamás", señaló Carlotto, y resaltó que "las Abuelas sabemos bien quien es Magnetto, lo que nos ha hecho sufrir".
Cientos de personas de todas las edades se acercaron a Víctor Hugo. Media hora duró la caminata entre la salida de la mediación y el café de la esquina: el clima era como el de un recital. Un joven de 25 años alargó su brazo y alcanzó a tocar el saco de Morales y, sonriendo, comentó: “Ahora puedo decir que lo toqué”. Un oyente del programa La mañana se apostó primero en la puerta del café impidiendo a cualquiera atravesarla. Una vez adentro –el señor entró– intentó impedir que los parroquianos hablaran con el periodista. Aclaraba: “Está muy cansado”.
Víctor Hugo Morales recibió luego en exclusiva a Infojus Noticias en la radio. “Las acusaciones son por injurias y calumnias. Dieron los fundamentos, que son las cosas que todos pueden suponer de cuantas cosas he dicho sobre Magnetto, con la interpretación jurídica de ellos. Hay un dato muy claro: hasta el 11 de septiembre de 2009, momento en que yo hablé en el Senado a favor de la Ley de Medios, el estilo de Clarín había sido el ninguneo. Luego de eso se dedicaron a querer esmerilarme. Inmediatamente comenzaron a atacarme como un referente del gobierno dando a entender que la cuestión pasaba por el dinero, pasando por alto hasta la elemental verdad de que yo todavía trabajo y que el 90% de mis ingresos tienen que ver con una empresa privada bastante hostil con el gobierno”.
Luego de tomar un par de mates, Víctor Hugo terminó con el primer capítulo de este posible juicio del que aún no se entiende la trama.