El documental de Walter Tejblum, cuenta la historia de Malka, una joven judía que pudo escapar de la Zwi Migdal, la primer red de trata que operó en la Argentina a comienzos de ls siglo XX. Malka, que se prostituyó para sobrevivir, se convirtió en la mujer más rica de Tucumán.
A Malka la metieron en un barco, la alejaron de su familia para prostituirse y por un tiempo estuvo despojada doblemente: de la sociedad en general y de la colectividad judía a la que quería integrarse. Quizá el destierro de esta mujer haya sido la historia de muchas otras secuestradas por la Zwi Migdal, la primera red de trata que operó en la Argentina en los comienzos del siglo XX.
“Como el tema de la Zwi Migdal es enorme, casi inabarcable para una película documental que resulte entretenida para el espectador, preferí representar la atmósfera del colectivo en una persona”, dijo a Infojus Noticias Walter Tejblum, que recorre en el documental la vida de esta mujer que fue asesinada en Tucumán en 1957.
Malka (o Malke) Abraham tenía menos de 20 años cuando pudo escapar de la Zwi Migdal para establecerse en la década del 30 en Tucumán, donde para sobrevivir empezó a prostituirse otra vez. Algunos empezaron a llamarla la “santa” y fue tan próspera en la administración de sus ingresos que años después sería la mujer más rica de la provincia.
El documental tiene un registro en primera persona donde Tejblum recorre Tucumán, hace entrevistas y busca en archivos para establecer quién era Malka. Y sobre todo cómo fue que la comunidad judía aceptó su herencia después de negarle la incorporación a la colectividad durante años. Por regentear prostíbulos, decían que su plata era sucia.
Doble moral
“Qué curioso que la misma comunidad que la condenó no haya tenido problema en aceptar su donación”, se pregunta el director frente a la tumba de Malka, que está separada del resto de las tumbas en el cementerio tucumano y es la única que no tiene una insignia religiosa en su lápida. “Si bien la película está centrada en la comunidad judía, es un interrogante de la doble moral en el comportamiento del ser humano, más allá de la religión y el credo”, dijo Tejblum.
La sección Policiales del diario La Gaceta de octubre de 1957 dedica un recuadro a la muerte de Malka y describe que apareció en su cama con el cráneo hundido, en medio de un charco de sangre y sosteniendo en la mano un título de propiedad. Después, la investigación queda en un limbo donde pareciera que nadie se preocupó. Se presiente más el encubrimiento que la negligencia.
Tejblum hizo un proceso de producción que empezó con un viaje a Tucumán y el recopilado de datos para saber si había una historia que valiera la pena. “Traté de tener contacto con el expediente judicial, que aparentemente se perdió con los años, pero tampoco lo quería contar como una búsqueda policíaca que se vuelva aburrida, porque no soy un fiscal que investiga tras causa. La película está planteada como una persona que tiene una inquietud y que busca respuestas, y el que la mira viaja y descubre conmigo durante el viaje”, explicó el director. Malka obtuvo el apoyo del Incaa, se produjo en MC Producciones, y esta semana se estrenó en los cines argentinos.
Ficha técnica
Dirección: Walter Tejblum
Guión: Walter Tejblum
Producción: Marcelo Céspedes
Producción ejecutiva: Maximiliano Pelosi
Fotografía y Cámara: Matías Carneiro
Sonido: Federico Billordo
Montaje: José María del Peón
Postproducción de sonido: Lucas Meyer