La mujer estuvo en Tribunales, donde participó de la audiencia ante la Cámara del Crimen. El tribunal penal podría decidir hoy si confirma la ampliación del procesamiento a Jorge Mangeri.
“Esperemos que se haga Justicia”, dijo María Elena Aduriz, madre de Ángeles Rawson, en su primera declaración pública desde el crimen de la adolescente. Lo hizo al salir de la adiencia ante la Cámara del Crimen, que podría decidir hoy si confirma la ampliación del procesamiento de Jorge Mangeri a la figura de “femicidio” y "homicidio críminis causae".
Arduriz dijo que las pruebas en contra de Mangeri, encargado del edificio de Ravignani 2360, donde vivía la adolescente con su familia, “son muy contundentes" y pidió que el acusado “se haga responsable de sus actos".
Desde el asesinato de la adolescente, el 10 de junio de este año, Arduriz -a quien en su entorno todos llaman Jimena- prefirió guardar silencio ante los medios de comunicación. "Compréndanla, la audiencia fue muy dura, tuvimos que escuchar detalles que nos hacen revivir mucho dolor", explicó Franklin Rawson, su ex marido y padre de la adolescente, en las escalinatas de los Tribunales calle Talcahuano.
Ayer Arduriz y Franklin Rawson participaron de la audiencia ante la Cámara del Crimen. Estuvieron acompañados de su abogado, Pablo Lanusse, quien refutó los argumentos de Marcelo Biondi, defensor de Mangeri. La querella reclamó que el procesamiento dictado por el juez de Instrucción Javier Feliciano Ríos por “femicidio” y “homicidio criminis causae” (un crimen para ocultar otro delito, en este caso un intento de abuso sexual) sea confirmado en su totalidad.
En su apelación, la defensa cuestionó la calificación legal y la interpretación que hizo el juez sobre la junta médica. Para Biondi "el crimen es de una manera y el juez la interpreta de otra".
Ríos adecuó imputación al portero luego de que la junta médica confirmara con estudios complementarios que Angeles sufrió una "agresión sexual" comprobada por las lesiones paragenitales que presentaba la chica que vivía junto a su familia en el edificio donde trabajaba.
El Cuerpo Médico Forense ya había dictaminado que Angeles murió sofocada y estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos y antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura. Los estudios de ADN ya habían determinado que había perfil genético del portero debajo de las uñas de la chica que desapareció tras volver de una clase de gimnasia y apareció un día después en un predio de la CEAMSE en José León Suárez. La noche del viernes 15, y mientras declaraba como testigo frente a la fiscal del caso Paula Assaro, Mangeri se autoincriminó. Aunque luego, en varias oportunidades, insistió en su inocencia.
La Cámara del Crimen podría definir hoy si confirma la ampliación del procesamiento. En caso de hacerlo, Mangeri deberá enfrentar una acusación que prevé una condena a cadena perpetua.