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Infojus Noticias

26-3-2014|12:26|Lesa Humanidad Nacionales
Funcionó hasta 1978 en la localidad de Morón

Mansión Seré: empieza el segundo juicio con ocho imputados

Entre Castelar e Ituzaingó una vieja casona de estilo francés fue testigo del horror. Convertida en centro clandestino de detención a cargo de la Fuerza Aérea, pasaron por allí cientos de detenidos ilegales.

  • Hoy la Mansión Seré es un sitio de memoria de la localidad de Morón. Télam.
Por: Infojus Noticias

El pasado 24 de marzo también se cumplió otro aniversario importante: los 36 años de la fuga de Claudio Tamburrini, Guillermo Marcelo Fernández, Carlos Alberto García y Daniel Russomano de la Mansión Seré. También marcó el fin de ese Centro Clandestino de Detención, primero incendiado y luego dinamitado para borrar rastros.

A las 10 de la mañana el Tribunal Oral Federal N° 5 de San Martín, dio inicio al debate que debe definir la culpabilidad de ocho imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, tormentos y homicidios en perjuicio de 95 víctimas. 

En la elevación a juicio el fiscal Federico Delgado indicó que “la pesquisa revela que desde marzo de 1977 había personas secuestradas en el predio, pero tras la fuga de cuatro de ellas… se desafectó el predio con el consecuente ‘traslado’ de algunos detenidos (excusa semántica para ocultar la muerte) y la liberación de otros”. También desde la Fiscalía confirmaron a Infojus Noticias que de la investigación se desprende que “Hugo o Huguito” era Juan Carlos Hrubik, fallecido en 1998. Huguito fue señalado por testigos como jefe de la patota que interrogaba durante las torturas y decía ser oficial de contrainteligencia de la Fuerza Aérea.

Cuando se reparten responsabilidades entre las tres fuerzas armadas sobre la represión de la última dictadura militar, la Fuerza Aérea parece como la de menor letalidad. Pero como bien aclara Norberto Pedro Urso en su libro “Mansión Seré”, se debe más bien a la prolijidad con que intentaron borrar los rastros criminales de su accionar: “A diferencia de otros centros clandestinos de aquella época, los represores a cargo de la Mansión Seré cuidaron al extremo cada detalle que, en el futuro, pudiera involucrarlos en ilícitos relacionados con la ‘guerra sucia’, para lo cual llevaron a la práctica determinadas estrategias que les permitió pasar lo más inadvertidos posible”. Ningún detenido en la Mansión –o Atila, como le decían en la jerga los represores– estuvo con los ojos descubiertos, esto para dificultar el reconocimiento de los torturadores. En general no estaban más de treinta días dentro de la casona, de ahí que haya sido difícil reconstruir la dinámica de funcionamiento del lugar. Finalmente, cada detenido permanecía en un cuarto con dos o tres más, pero sin contacto con las demás habitaciones, esto también dificultó recoger nombres de otros detenidos. La sólida investigación de Urso indica que casi el 40 por ciento de los detenidos allí permanecen desaparecidos.

La Mansión Seré era una casa de dos plantas que estaba en la calle Blas Parera N° 48, en el límite entre Castelar e Ituzaingó, en Morón. En 1977 se convirtió en uno de los 370 centros clandestinos de detención del país que marcó la Conadep, y fue uno de los más siniestros de la zona oeste –subzona 16– del conurbano. La responsable del lugar era la Fuerza Aérea argentina que contó con la complicidad de la policía bonaerense (sobre todo las comisarías 1° de Morón, 3° de Castelar y 2° de Haedo).

Para colaborar con los testimonios de los sobrevivientes, la Dirección de Derechos Humanos de Morón, a cargo de Germán Outeda, continúa con un trabajo importante iniciado en el año 2000. Un grupo de arqueólogos realiza excavaciones en el lugar donde estaba erigida la mansión y de allí rescata pruebas que luego fueron requeridas por la Justicia.

–¿Cómo es el proceso?

–El equipo de investigación excava donde están los cimientos como para ir sacando los elementos que todavía existen. Esos elementos se llevan al laboratorio, luego se les hace un proceso de conservación y se analizan. Finalmente se archivan.

–¿El material extraído tuvo algún rol dentro del juicio de 2008 y el actual?

–En el 2008 el Municipio fue testigo en la causa. Pudimos presentar prueba consistente que respaldara los testimonios. La recuperación de la materialidad de la casa le dio veracidad a los relatos de los sobrevivientes. Porque podés contar cómo era la casa, los pisos, las paredes, las mochetas, pero sin la materialidad era difícil de comprobar. Y como prueba fue contundente.

–¿Por ejemplo?

–La casa fue hecha en el siglo XIX y su materialidad era particular. La mayoría de los elementos de construcción no eran comunes en la zona, era una casa de estilo francés. Los sobrevivientes –si bien tenían los ojos tapados, pudieron ver los pisos por ejemplo, o guiarse por sonidos– detallaron baldosas con flores, con diferentes colores. O indicaron los pisos de madera de pinotea por el ruido que hacían cuando la patota subía las escaleras. Eso fue parte del trabajo científico que se hizo. Y es parte del juicio que comienza hoy, que se extiende a más acusados.

 

Los acusados

Se trata de los ex cabos primeros Daniel Alfredo Scali y Marcelo Eduardo Barberis que pertenecían a la Fuerza Aérea y que hoy salieron del Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz para escuchar en la audiencia las acusaciones que penden sobre ellos.

También están los ex brigadieres Hipólito Rafael Mariani, César Miguel Comes y Miguel Ángel Ossés (con arresto domiciliario). Mariani y Comes, que comandaron la Fuerza de Tareas 100, dedicada a funciones “antisubversivas” fueron condenados a 25 años por ocho y seis secuestros y tormentos agravados, respectivamente, en el primer juicio que tuvo a Mansión Seré como eje en 2008. En aquel momento el Tribunal había indicado que se investigara a Ossés, hoy en el banco de los acusados junto con los otros tras la suma de pruebas y víctimas.

A ellos se suman por la Bonaerense tres ex policías: el ex comisario Néstor Rubén Oubiña, el ex cabo primero Felipe Ramón Sosa, y el ex cabo y ex auxiliar de la Fuerza Aérea, Héctor Oscar Seisdedos (detenido también en el penal de Marcos Paz).

Hoy, donde funcionó la Mansión Seré hay una Casa de la Memoria. El cronograma de audiencias, hasta que finalice el juicio, está programado para los días lunes y miércoles.

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