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Infojus Noticias

19-11-2013|15:02|Narcotráfico Nacionales
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El juicio, en la recta final

Manzanas blancas: "Ellos son los que daban las órdenes"

Para el fiscal los acusados no son "tres perejiles". Son juzgados por el hallazgo de 3 toneladas de cocaína en el puerto de Buenos Aires en junio de 2010. Estaban en containers de manzanas que debían llegar a España. Ayer fue el segundo día de alegatos en el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3.

  • Agencia Télam
Por: Lucía Cámpora

“No estamos en presencia de tres perejiles, como se dijo acá. No son mulas ni son el último eslabón de la cadena: estos son los que daban las órdenes” dijo ayer el fiscal Eduardo Funes. Fue en el juicio por la causa “Manzanas Blancas”, que investiga el contrabando de tres toneladas de cocaína. La droga apareció en el puerto de Buenos Aires en junio de 2010, distribuida en containers de manzanas que debían llegar a España. El juicio oral lleva más de un año y ya se acerca a su fin. Ayer el fiscal pidió 25 años para Valentín Temes Coto, el dueño de la firma exportadora; 21 para su mano derecha Nelson Hinricksen y 19 para el socio, Claudio Hernán Maidana.

A las diez y media de la mañana, los jueces del Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3 entraron a la sala y todos se pusieron de pie. “No es mi afán perseguir ni linchar. Ni a estos, ni a ningún imputado”, comenzó Funes, defendiéndose –paradójicamente- de las acusaciones que había hecho la defensa a lo largo del juicio. “Se ha querido buscar el pelo al huevo, viciar el proceso en todos y cada uno de los tramos de la investigación. Pero se ha llevado adelante un juicio con todas las garantías posibles”, dijo el fiscal.

Coto tomaba nota de cada frase. A su lado se sentaron Hinrricksen y Maidana. Los tres están detenidos preventivamente hace más de tres años. En junio de 2010, dos containers de manzanas llegaron al puerto de Buenos Aires para ser exportados a España por la firma Frutol, perteneciente a Coto. Provenían de Allen, Río Negro, donde las habían empaquetado Hinrricksen y Maidana. Pero el scanner detectó una “imagen sospechosa” y los aduaneros frenaron la carga. Entre los maples de manzanas, encontraron 1.647 kilos de cocaína en bolsitas de film prolijamente disimuladas. “Era una obra de arte”, declararía después uno de los agentes aduaneros. Un tercer container fue interceptado en el puerto de Santos, Brasil, con 1.722 kilos más.

“Ninguna organización manda tres toneladas de cocaína si no tiene las seguridades. Pero algo falló”, dijo el fiscal. “El 62 por ciento de toda la droga incautada en 2010 corresponde al caso que hoy nos ocupa. Las ganancias eran monumentales. Son dos hechos de una excepcional gravedad”, dijo, y apuntó al potencial de daño a la salud pública.

Funes consideró que cada container fue un delito en sí mismo y por eso acusó de “concurso real” de dos hechos de contrabando agravado de estupefacientes, con una pena máxima de 32 años. Para el fiscal, entre los tres acusados existieron jerarquías: Coto era el dirigente y Hinrriscken el responsable de un tramo de la operación, mientras que Maidana recibía órdenes de ellos dos. El fiscal solicitó además que se investigue cómo llegaron al país los 3.369 kilos de droga.

Junto a Funes estaban los abogados de la querella, representada por la AFIP. En el escritorio contiguo, de cara al Tribunal y de espaldas a la audiencia, cuatro lapiceras se movían a toda velocidad, las de los abogados de la defensa. Al fondo, los familiares de los acusados presenciaron cada paso del juicio al que asisten religiosamente hace más de un año. La mujer de Maidana miraba por la ventana y lagrimeó al escuchar el pedido de pena. Su marido le agarraba la mano. El hermano de él leía el diario y, cada tanto, la consolaba.

Durante el cuarto intermedio, un hombre con acento español comentaba eufórico unos papeles en el pasillo. Era Manuel “Lolo” Temes Coto, hermano del imputado. “¡Qué va! Si esto está todo probado en la causa”, le decía a un periodista. Tenía en sus manos el registro de la temperatura adentro del camión que, aquel junio de 200, transportó los containers desde la Patagonia hasta la Capital Federal. “Aquí, tú ves, vuelve a subir la temperatura, a la altura de Bahía Blanca, fue a la dos de la madrugada. Luego, vuelve a bajar”, explicaba.

Lo que el español quería demostrar es que la droga se cargó en los containers en la mitad del recorrido y no en el frigorífico. Es una de las principales coartadas de Temes Coto. Aunque el camionero aseguró que la temperatura subió porque él apagó el refrigerador para dormir. “Nadie vio nada, ni un precinto caído ni rastros de manzanas. Tendrían que haber estado durmiendo todos los camioneros, los de seguridad. Es poco serio”, replicó el fiscal en su alegato.

A fin de mes serán los alegatos de Coto, Hinrricksen y Maidana. El juicio comenzó el 23 de octubre de 2012 y en mayo de este año ameritó un exhorto de la Cámara Federal de Casación Penal, pidiendo que se acelerara el proceso. Antes de eso, Coto había estado un año prófugo. Declararon más de 170 testigos y se intercambió información con la Justicia española, que avanza en la investigación a quienes debían recibir la droga.

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