Infojus Noticias

“¿Está el rengo?”, se escuchó en la casilla de calle 429 y Antártida Argentina de Mar del Plata, después de los golpes en la puerta, antes de la lluvia de disparos que terminó con la vida de Pedro Corbalán, de 50 años; su hijo Guillermo, de 24, y su sobrino, Iván Carlos Giles, de 30. Unas horas antes, a eso de las 2 de la madrugada, no muy lejos de ahí, en el barrio Lomas del Golf, Claudio Granadino  también fue asesinado. Lo mataron de puñaladas con claro signo mafioso: “Le cortaron la femoral para que se desangre”, dijo la fiscal Andrea Gómez a Infojus Noticias. Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que los cuatro cuerpos están ligados por una trama de venganzas vinculadas a la actividad delictiva de los fallecidos.

El rengo era Corbalán. Le habían pegado un tiro en la pierna unos días antes y desde entonces andaba con muletas. Hoy a la madrugada fueron por más. La fiscal confirmó que tanto los Corbalán como Giles y Granadino tenían antecedentes por robos calificados, venta de drogas y robo automotor. También que Giles, mientras purgaba condena en Batán, se había peleado con otros internos. Pero el dato que une los dos hechos es que “la ex esposa de uno de los asesinados en el triple crimen es la tía de Granadino”, contó Gómez.

En ese panorama se mueven los investigadores. Otra hipótesis se perfila hacia el vínculo familiar que relaciona los dos hechos. “Puede ser una venganza, pero por el momento es solo un indicio”, confirmó la fiscal. Por otro lado los vínculos con el delito de las víctimas abre la posibilidad de que el hecho hayas sido un derivado de esos negocios.

La fiscal toma como indicio también que una mujer que estaba dentro de la casa principal del predio donde se concretó el hecho no se alertó con la llegada del auto y los asesinos. “Podría ser un elemento más para determinar que los asesinos eran conocidos de las víctimas”, explicó.  Lo cierto es que la puerta de la casilla donde fueron hallados los cuerpos fue abierta por Corbalán.

Si bien se había informado que los asesinos habían entrado rompiendo la puerta, la fiscal confirmó que no hubo violencia en el ingreso. Fue la mujer la que llamó al 911 una vez que los asesinos se dieron a la fuga. Personal de la comisaría quinta intervino en el hecho bajo las órdenes de la Fiscalía 4, a cargo de Gómez.

Más tarde se realizarán las operaciones de autopsia. Gómez  cree que de la pericia podrán desprenderse nuevos datos que aportarán a encaminar la investigación en una dirección determinada.