Infojus Noticias

El juez de Garantías de Mar del Plata, Juan Tapia, ordenó la detención de Cristian Pilotti, el joven de 25 años que golpeó hasta dejar inconsciente a su ex novia Victoria Montenegro el jueves pasado. Lo acusa de “femicidio en grado de tentativa”, un delito que prevé penas de entre 10 y 15 años. El caso llegó a los medios cuando la maestra jardinera  de 25 años publicó una carta y fotos de los golpes en su muro de Facebook. Según ella, la denuncia pública ayudó a que avanzara la causa judicial.

“El hecho  de que se haya denunciado públicamente fue muy importante para las medidas que se están tomando”, dijo Victoria a Infojus Noticias, tras conocer la novedad. Ella misma lo supo esta tarde a través de los portales de noticias locales.

Esta mañana el fiscal Fabián Belén pidió la detención de Pilotti. En una resolución que lleva la firma de Tapia, se hizo lugar a ese pedido. De esta manera la acusación que comenzó como “lesiones graves” pasó a ser “tentativa de femicidio”.  “Pilotti, quien ha desarrollado una contextura física robusta y atlética, y supera incuantificablemente a su víctima en tamaño y fuerza, aplicó una serie de fuertes golpes de puño, dirigidos al rostro y al cuerpo de ésta (…) poniendo su vida en una situación de peligro cierto y concreto”, dice la resolución judicial que publicó el portal marplatense Qué digital-Periodismo en la calle.

El fiscal Belén había encuadrado el hecho en un homicidio en grado de tentativa, previsto en el inciso 1° del artículo 80 del Código Penal. Sin embargo, el juez de Garantías agregó la perspectiva de género: citó los tratados internacionales a los que adhiere Argentina en esa materia y habló sobre el rol de la Justicia en estos casos. “Cuando el homicidio –o su tentativa- se produce en un contexto de género y la víctima es una mujer y el autor un hombre, aunque exista vínculo de parentesco o alguna de las relaciones contempladas  por el inciso 1° del artículo 80, el delito se traslada a la figura prevista por el inciso 11 de dicho artículo: el femicidio”, explicó en su fallo.

“Cuando la violencia contra la mujer no es atendida por el Estado se transforma o convierte en violencia institucional, que nos es más ni menos que la violencia ejercida por parte del Estado, que reprime las necesidades reales de las personas y, por lo tanto, sus derechos humanos”, agregó.

El  miércoles pasado Victoria había ido a una fiesta en la playa Destino Arena, al sur de Mar del Plata. Cuando bailaba con un grupo de amigas, su ex novio apareció entre la multitud, la agarró del cuello y la llevó por la fuerza hasta el sector del estacionamiento. “¿Así que bailás como una putita? No vas a bailar más, te voy a matar”, le gritó. Victoria se desmayó y cuando despertó estaba arriba del auto de él.

Pilloti la dejó en la casa de un amigo de ella que la acompaño a hacer la denuncia en la Comisaría de la Mujer y cuando relataba lo que había pasado se desvaneció otra vez. Su amigo la llevó hasta la clínica Pueyrredón y ahí quedó hospitalizada. Durante los tres días de internación un cirujano le dijo “un golpe más y perdías el ojo. O peor: te mataba”.

Pilloti trabaja en el área de Vialidad de la Municipalidad de Mar del Plata. Hacía 8 años que estaba en pareja con la joven. No era la primera vez que la maltrataba. Antes de este último episodio de violencia, Victoria se tapaba las marcas que le dejaban los golpes. “Tuve que llegar a esta situación para abrir los ojos y entender que no me quiere, que esa persona nunca me cuidaría”, escribió en su Facebook.  

En el camino de la denuncia penal a la joven marplatense la acompaña una abogada de la Dirección de la Mujer local. A su vez, la Municipalidad le inició un sumario administrativo a Pilloti, quien está de licencia.