El fiscal Alejandro Guevara explicó a Infojus Noticias que buscan determinar si el cuerpo pertenece al dueño de la casa donde lo encontraron, un contador de 55 años, o al de una víctima suya porque el hombre tenía antecedentes por abuso sexual y privación ilegítima de la libertad.
En la bañadera de Azcuénaga 20 en la localidad de Balneario, Vicente López, hay un cuerpo. Las pericias dicen que está ahí hace seis meses. En las manos y los pies tiene restos de una soga fina. En la cabeza una bolsa de nylon. Pero de ese cuerpo ya no queda nada, solo los huesos. Por eso la Justicia no sabe aún si quién está ahí es el contador Claudio Guillermo Rodríguez Luro, dueño de casa o una víctima suya. Según contó el fiscal Alejandro Guevara a Infojus Noticias no se descarta nada. “Rodríguez Luro tiene antecedentes por privación ilegítima de la libertad y abuso sexual por lo que hasta que tengamos el cotejo de ADN no podemos descartar nada”, explicó el representante el titular de la UFI descentralizada de Vicente López Este.
Guevara tampoco descarta ninguna hipótesis: la que menos le cierra es la idea del suicidio. “Por el tipo de ataduras que se deducen es lo que menos me cierra”, explicó el fiscal. Entonces, en caso de que el cuerpo hallado sea el de Rodríguez Luro, quedarían dos posibilidades: que lo hayan asesinado o que haya fallecido durante un juego sexual y quién haya compartido ese momento con él se haya dado a la fuga sin denunciar la muerte.
“Para poder avanzar tenemos que esperar a identificar el cuerpo”, dice Guevara e insiste en eso porque en caso de que el cuerpo no sea el de Rodríguez Luro la posible víctima pasaría a ser un presunto victimario. Lo que siembra esta duda son los antecedentes de Rodríguez Luro. “Esta persona purgó condena por abuso sexual y privación ilegítima de la libertad”, dijo el fiscal y contó que su modus operandi era llevar a su casa personas en situación de prostitución a las que drogaba y violaba. “No podemos descartar que el cuerpo en la bañadera no sea de una víctima”, repitió.
Rodríguez Luro tiene 55 años. Era contador de carrera pero su adicción a la cocaína lo alejó de la profesión. Su vida cambió totalmente de rumbo hasta que terminó preso. Como era habitual que se ausentara de su casa, los vecinos solían quejarse con su tía por el estado de abandono del parque trasero de la casa. “Esta vez volvieron a llamar a la mujer porque sentían olor y los pastos estaban muy altos”, contó el fiscal. Entonces la tía de Rodríguez Luro contrató un jardinero para que limpiara el lugar. El hombre llegó a la casa de Azcuénaga 20 y se puso a trabajar.
Fuentes de la investigación explicaron que el jardinero entró a la casa y fue al baño y se encontró con el cadáver en avanzado estado de descomposición metido en la bañera. El jardinero llamó a la tía de Rodríguez Luro y ella al 911. Personal de la comisaría quinta de Vicente López llegó a la casa y lo primero que determinaron es que en la casa no había signos de violencia. “Había un desorden que se condice con el modo de vida de Rodríguez Luro, pero no se hallaron manchas hemáticas, ni roturas, ni aberturas forzadas”, confirmó el fiscal.
Los peritos de Policía Científica trabajaron en la escena del crimen. Lo primero que notaron es que el cuerpo estaba casi reducido a huesos. Pero por la ausencia de ropa en la bañadera dedujeron que lo metieron ahí desnudo. También notaron restos de una bolsa de nylon que cubría parte de la cabeza. En las manos y en los pies hallaron ataduras.
Los restos fueron derivados a la Morgue Judicial de San Isidro donde se hizo un informe preliminar de autopsia en el que no se pudo determinar las causales de la muerte. El cuerpo quedó depositado en la Morgue a la espera de que se extraiga un fragmento de hueso para cotejar el ADN con los parientes de Rodríguez Luro. Recién entonces la causa podrá determinar su rumbo, por el momento la carátula seguirá como “averiguación de identidad y de causales de muerte”.