Jorge Morresi iba a viajar el próximo lunes a Bolivia para la asunción del presidente Evo Morales, pero esta mañana falleció de un infarto a los 49 años. El militante de Familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas era sobrino de Julio Morresi, un padre de la Plaza de Mayo. Carlos Pisoni, subsecretario de Promoción de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, recuerda a su compañero.
Es una gran pérdida. Jorge era un compañero que estaba en el corazón del movimiento de derechos humanos por las acciones que encaraba y por lo que significaba para nosotros. Era un compañero muy importante: uno de los imprescindibles, irremplazables. Para nosotros es una gran pérdida porque él, con parte de su familia desaparecida, estuvo desde el comienzo como militante de Familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas. Formaba parte de una generación que se comprometió por los derechos humanos.
Estamos todos muy tristes porque él era, por ejemplo, uno de los motores de la organización de cada acto que se hacía el 24 de marzo. También fue responsable de la comisión que impulsó y luego consiguió que Madres Línea Fundadora tuviera su propia casa. Cuando nadie conocía a los Blaquier él fue uno de los primeros compañeros que empezaron a organizar los viajes a Ledesma para acompañar a los familiares de Jujuy.
Hasta el día de hoy trabajó como asesor de la diputada Gabriela Alegre en la legislatura porteña y del bloque del Frente para la Victoria. También era delegado de FOETRA, el Sindicato de las Telecomunicaciones. Nunca quiso renunciar a su rol como delegado.
Estamos, también, todavía muy conmocionados porque fue súbitamente. Me enteré esta mañana que había tenido un infarto. Hoy lo velamos en la sede de FOETRA y mañana lo despediremos en el cementerio de Flores. ¡Te despedimos hasta siempre, compañero Jorgito Morresi! Vamos con tu sonrisa como bandera a la victoria.