El ex jefe de Inteligencia santiagueño aseguró hoy en la segunda audiencia por la "Megacausa II" que la justicia "estaba subordinada" al Ejército y que se disponía de fondos de gastos reservados "para pagar información", antes y durante la última dictadura militar.
En la segunda audiencia de la denominada "Megacausa II", Musa Azar, que se desempeñó como jefe del Departamento de Informaciones Policiales (DIP) en la década del 70 y cumple tres condenadas de prisión perpetua, declaró durante tres horas e indicó que la justicia "estaba subordinada al jefe del Ejército" y mencionó entre ellos a Liendo Roca, Grand, Bustos Arias y Eduardo López. Además reveló que "se disponían de gastos reservados para pagar información al que la tenía". Además reveló que "se disponían de gastos reservados para pagar información al que la tenía".
La "Megacausa II" se lleva adelante en el Juzgado Federal de Santiago del Estero donde se investiga el crimen de la empleada doméstica Consolación Carrizo y el secuestro y torturas de otras 34 personas durante la última dictadura cívico militar.
"Antes del golpe militar del 76, el gobernador (Carlos) Juárez también se subordinaba al Ejército, mantuvo en mi presencia una reunión con Videla y el clero también estaba subordinado, como el caso del curo Muñoz", añadió en alusión al ex capellán policial. Y añadió que 12 horas antes se enteró del golpe y le ordenaron "la toma de la policía santiagueña, hasta que llegaran los refuerzos".
“Las órdenes, en Santiago del Estero, eran impartidas por Correa Aldana y Fiorini, jefe y segundo de la guarnición militar, a través de las comunidades informativas en la que se evaluaban datos y establecían estrategias", añadió.
Ante preguntas de la fiscal Cecilia Iliana Garzón, Musa Azar indicó que los detenidos en Santiago del Estero "si eran montoneros, los llevaba la policía y a los del ERP, el Ejército; en mi caso, yo estaba subordinado por ley".
Consultado sobre el asesinato de Consolación Carrizo, Musa Azar explicó que el operativo "estuvo a cargo de los militares, que realizaron un allanamiento en la casa de Villegas Beltrán, por aquel entonces ministro de Obras Públicas".
El operativo surgió tras una escucha telefónica, porque se tenían intervenidos los teléfonos de todos los funcionarios y desde la casa de Villegas Beltrán, una mujer hablaba y le decía a un hombre, que estaba viajando a Tucumán, que tenga cuidado con los milicos en la ruta", relató.
Al referirse al allanamiento en la céntrica casa de la capital santiagueña, el represor dijo que "al tocar el timbre, Carrizo se asomó al balcón y al ver a los militares, se asustó e intentó escapar, cayó al vacío entre cables y sufrió graves heridas".
"Tras permanecer internada 3 o 4 días, la mujer murió en el hospital Independencia, nunca estuvo detenida en la DIP", añadió.
Por más de tres horas, ex jefe de la denominada "GESTAPO Santiagueña" intentó responsabilizar a los militares de los delitos de lesa humanidad y cubrir a sus colaboradores.
"El Ejército mandaba, yo respondía órdenes de Correa Aldana y Fiorini, y mis hombres a cargo, no participaron de los operativos de detenciones ni interrogatorios, sino que cumplían funciones de informantes en la calle", explicó.
En otros pasajes de la audiencia, el también ex secretario de Seguridad provincial durante gobiernos democráticos, dijo "no recordar ni conocer" a ex presos políticos que denunciaron torturas en el edificio de la DIP que diría Musa Azar.
En la causa, también se encuentran acusados los ex policías santiagueños Tomás Miguel Garbi, segundo ex jefe de la DIP, Ramiro López, Francisco Laitán, Juan Bustamante, José Brao, Carlos Capella y Pedro Ledesma.
La nómina de acusados se completa con el ex militar D´Amico y Marta Cejas, la primera mujer de Musa Azar, que cumplía funciones en el Penal de Mujeres de Santiago del Estero.
También se encuentra imputado el ex oficial Roberto Díaz, que hace varios años se encuentra prófugo de la justicia, y por el que se ofrece una recompensa de 150.000 pesos para el que aporte datos que permitan su detención.