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Infojus Noticias

3-3-2014|15:10|Robo Nacionales
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Es un ladrón experto en piezas históricas

No extraditarán a ladrón de mapamundis incunables de Ptolomeo

La Justicia argentina desestimó el pedido de extradición realizado por España y Uruguay para juzgar a quien es sindicado como el autor del robo de once mapamundis españoles del siglo XVI de la Biblioteca Nacional de España y de otros tanto de la biblioteca de Uruguay. Uno de los fallos quedó firme pero el otro debe ser resuelto por la Corte Suprema.

  • Ilustración: Kitsch
Por: Gustavo Ahumada

“El negro”

Casi como una leyenda, “el negro” se metía en museos y bibliotecas históricas en España, Paraguay y Uruguay. Curioso o investigador para algunos; ladrón para otros, Cesar Ovilio Gómez Rivero quedó en la historia por ser sindicado como el autor del robo en 2007 de mapamundis incunables de la Sala del Tesoro de la Biblioteca Nacional de España. Él nunca lo afirmó, pero tampoco lo negó.

Aunque nacido en Canelones, Uruguay, hoy con 67 años vive en Buenos Aires. Está calvo y apenas supera el metro sesenta. Quienes lo consideran uno de los ladrones más sutiles de piezas históricas cuentan que consigo llevaba un estuche de anteojos que perecen los de un hombre ávido por ver piezas del siglo XVI. Aunque dentro de él una pequeña cuchilla, al estilo de las hojas de afeitar, le permite llevar a cabo su plan y llevarse mapamundis incunables. Esto está en los expedientes.

No está muy claro sin embargo como se producían los robos. La sala del tesoro “Cervantes” de la Biblioteca Nacional de España tiene unos 20 mil documentos históricos y para ingresar allí hay que sortear los “cacheos”. No se puede entrar con nada de metal por los detectores que hay, y a la sala sólo se puede entrar con un lápiz y un block de hojas, ni un estuche. Ni el saco se puede usar. Cómo se producían los robos es otro misterio. Para la justicia española la clave estaba en el estuche de los anteojos.


La justicia

En aquel robo de 2007, de la Biblioteca Nacional española desaparecieron once documentos de la sala del Tesoro. Uno de ellos es la Cosmografía de Claudio Ptolomeo, impresa en 1482, y que fuera utilizado por Cristóbal Colón para emprender el viaje a “las indias” -viaje luego derivaría en el comienzo del genocidio a los pueblos originarios en América-.

Tras el robo, la Justicia española comenzó la investigación que derivó en Gómez Rivero como el principal sospechoso. Una huella digital en el lugar era la pista más fuerte. Es que desde 2004 “el negro” entró en infinidad de oportunidades a la sala del tesoro. Unos certificados falsos hicieron el trabajo. Luego de que se descubriera el robo, lo fueron a buscar a la dirección que había dejado en la biblioteca. Ya no estaba.

En España intervino el Juzgado de Instrucción N° 42 de Madrid, que el 18 octubre de 2007 libró una orden internacional de captura contra Gómez Rivero. Según contó el abogado de Gómez Rivero a Infojus Noticias, Fernando Soto: “unos días antes me presenté como su defensor ante el Juzgado Federal 4 del Dr. (Ariel) Lijo y devolví en nombre de mi defendido 8 incunables faltantes de la Biblioteca Nacional de España”. También lo “presentó a derecho” y solicitó su eximición de prisión, que le fue concedida bajo caución.

Inmediatamente al país llegó una experta de la Biblioteca Nacional de España acompañada por agentes de la Guardia Civil del Grupo de Patrimonio Histórico de España para confirmar que los ocho mapas eran los sustraídos. Tras corroborarlo los mapas fueron devueltos. Fuentes del expediente explicaron que uno de esos mapas que fueron entregados, “paradójicamente”, no era uno de los que precisamente habían sido robados de la biblioteca española, sino que era de “otro lado”.


La extradición

España requirió la extradición de Gómez Rivero por los delitos de daño agravado, hurto agravado, robo agravado y contrabando. Delitos con penas de hasta 8 años de prisión. El expediente que se inició en Argentina fue derivado al Juzgado Federal de Campana a cargo del juez Adrián González Charvay.

Recién a fines de diciembre del año pasado y principio de febrero de 2014 se hizo el juicio oral de extradición. En el ínterin del juicio España solicitó la indagatoria de Gómez Rivero. Aunque la pidió a través de una rogatoria, esto es, que el juez argentino haga la indagatoria para el juez español. Soto presentó un escrito para que se rechace eso o que se pida todo el expediente al juzgado español para que el juez lo pueda hacer. Finalmente fue rechazado.
El 5 de febrero de este año el juez González Charvay finalmente rechazó la extradición a España por considerar que, aunque por las leyes argentinas el caso no se encontraría prescripto, sí había prescripto en España, por la “falta de actividad judicial en tiempo oportuno”. El fiscal federal no apeló la decisión, y el rechazo quedó firme.

El Juzgado recibió otro pedido de extradición contra Gómez Rivero solicitado por Uruguay. Este por el robo de “Libros, Manuscritos, Sellos, Mapamunids, y Objetos de arte” sustraídos entre 1998 y 2007 en la Biblioteca Nacional y en “diversas biliotecas” de aquel país. Esta denuncia se adjuntó a la extradición pedida por España y tuvo el mismo final. Pero a diferencia de la extradición de España, aquí sí el fiscal apeló y ahora deberá ser la Corte Suprema la que resuelva el rechazo.

Cesar Ovilio Gómez Rivero, aún vive en Buenos Aires pero su abogado, Fernando Soto, sostiene que “está muy mal económicamente”. Dos de los otros incunables robados fueron ubicados en Nueva York en posesión de un coleccionista y un tercero en Sydney, Australia, en el domicilio de un anticuario que los compró en Londres en una subasta.

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