Lo dijo a Infojus Noticias Daiana Fernández, condenada a tres años y seis meses de prisión por matar a su ex pareja, que la golpeaba y la acosaba. El fiscal apeló para cambiar la carátula y elevar la pena a ocho años. El año pasado Casación hizo lugar al pedido. Ahora la decisión depende de la Suprema Corte bonaerense.
Daiana Fernández no quería hablar con él. La chica de 19 años se lo había repetido una y otra vez: ya se habían separado y no quería volver a verlo. Hacía dos años que soportaba su maltrato. Pero Facundo Saucedo insistió. La madrugada del 16 de octubre de 2011, el joven de 23 años se metió en su casa, le tironeó del pelo y la agarró fuerte de los brazos para llevarla a la pieza. Ella tenía un cuchillo en la mano porque estaba picando hielo. A modo de defensa, se lo clavó en el cuello. El puntazo en la yugular terminó con la vida de él a las dos horas. El Tribunal Oral Criminal (TOC) N°3 de Lomas de Zamora la condenó a tres años y seis meses de prisión por homicidio preterintencional en mayo de 2013. Pero el fiscal Sebastián Scalera apeló para cambiar la carátula a homicidio simple y elevar su pena a ocho años. El febrero de 2014, la Cámara de Casación hizo lugar al pedido. Su abogada apeló y ahora la decisión depende de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires.
“No me dejan avanzar. No me dejan rearmar mi vida. De un día para otro puede contestar la Suprema Corte y no sé qué puede llegar a pasar conmigo. Se toman el tiempo que ellos quieren. Ojalá los jueces se pongan en mi lugar”, dijo a Infojus Noticias Daiana. Ahora vive en Ezeiza y pudo formar una nueva pareja. Hace ocho meses y medio fue mamá de Brandon Isaías. Por la mañana trabaja de cajera en un restaurant. A la tarde estudia Administración y Marketing en Monte Grande.
Daiana y su abogada están a la espera de la decisión del máximo tribunal bonaerense. Están sorprendidas por el dictamen del subprocurador general, Juan Ángel de Olivera, que sugirió que fallara a favor de Casación. La decisión judicial tiene fecha de octubre del año pasado. Sin embargo, a ellas las notificaron hace poco. “El funcionamiento judicial en estas instancias es siniestro. Recibimos la cédula de notificación hace poco más de un mes. No sabemos cuáles son los plazos”,explicó a Infojus Noticias la abogada de Daiana, Patricia Sanmamed.
La noche del ataque Daiana todavía tenía las huellas de la violencia machista: moretones de 10 centímetros y mordidas. La historia de la chica es una postal del círculo en el que caen las mujeres cuando son víctimas. “Cuando empezamos a salir me trataba bien. Después se ponía celoso por todo y me golpeaba”, recuerda. En ese entonces la chica trabajaba en el aeropuerto de Ezeiza y cada vez que llegaba un poco más tarde de lo habitual sabía que iba a encontrarse con la trompada y el insulto. Ella trataba de tapar las marcas usando poleras y remeras con mangas largas. Primero creía que ella la que tenía la culpa de sus brotes. Daiana pudo poner un freno a esa relación cuando decidió separarse. Él le juró: “Si no sos mía, no sos de nadie”
Dos semanas después de la separación, Daiana tenía un cumpleaños de 15 al que dudaba en ir por miedo a que se apareciera. Cuando empezaba a amanecer, los festejos se prolongaron en la casa de la joven. Mientras estaba en la cocina picando hielo para preparar unos tragos, Facundo entró sin permiso y la agarró por detrás. El cuchillo fue directo al cuello de él.
Se la llevaron detenida por la muerte de quien había sido su novio. Cuando la revisó un médico forense enumeró las “lesiones leves” a las que calificó de “larga data”: “Hematomas en brazo izquierdo de 9 cm. En brazo derecho de 7 cm. Equimosis en glúteo izquierdo. Hematoma de larga data en hombro izquierdo, chichón en parietal izquierdo y cicatrices de heridas cortantes en antebrazo“.
Casi dos años después el caso llegó a la instancia de juicio oral. Los jueces del TOC 3 la condenaron. “El historial de violencia no les importó a los jueces que la condenaron. En ninguna de las instancia se vio un atisbo de la perspectiva de género”, dijo la defensora.
“Ella no fue una homicida consciente como dijo Casación. Cuando la mujer se defiende de esta manera es porque ya soportó mucha violencia. La institución judicial la sigue victimizando. Nosotros planteamos la legítima defensa y nadie nos escuchó”, dijo Sanmamed.
Cuando las mujeres se defienden
Ailén y Marina Jara, dos hermanas de Moreno, estuvieron dos años, un mes y veintiún días presas por defenderse de un vecino que intentó violarlas en el oeste del conurbano. Lo apuñalaron por la espalda con un cuchillo de untar manteca que llevaban en la cartera cada vez que salían a bailar para evitar robos. El hombre sobrevivió y las denunció.
A principios de 2013 el caso llegó a juicio oral. Cuando se conoció la sentencia, los jueces del Tribunal Oral N°2 de Mercedes no dudaron en marcarlas con el estigma de la condena para siempre. Las hermanas quedaron libres por una rebaja en el delito que se les imputaba. Los magistrados cambiaron la carátula de tentativa de homicidio por lesiones graves.
MFA/RA