De traje azul, camisa celeste y corbata negra, el ex dictador Jorge Rafael Videla declaró hoy en el Tribunal Oral Federal N° 1, en el marco del juicio por el Plan Cóndor. A las cinco de la tarde, llamado por los jueces, Videla se acercó al estrado con una carpeta marrón y caminando a paso lento. "No voy a declarar y no voy aceptar preguntas”, arrancó. Y después continuó con el discurso habitual de no reconocer al tribunal que lo juzga. “Quiero manifestar que este tribunal carece de valor para juzgarme por los casos protagonizados por el Ejército en la lucha antisubversiva, en el marco de una guerra interna. Este tribunal no es competente y sí lo era el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, mi juez natural”, señaló.
No terminó ahí la declaración, que duró unos minutos. Siguió: “Por algunos de los hechos fui sancionado y por otros fui absuelto. Nadie puede ser juzgado dos veces por la misma causa. Asumo en plenitud mis responsabilidades castrenses por lo actuado en la guerra contra terroristas con total prescindencia de mis subordinados. Los acompañaré, como preso político, hasta que el último de ellos recobre su ansiada libertad. Entiendo, es mi opinión personal, que no tiene sentido esto en el marco de una justicia viciada de derecho".
Videla, detenido en Marcos Paz, informó que fue dado de baja del Ejército, por lo que no percibe haberes. Después se tomó un tiempo para detallar su estado de salud: "A mis 87 años tengo las enfermedades propias de la edad. En el año ‘66 fui operado de tiroides y ahora estoy en tratamiento. Hace cinco años tuve una crisis de memoria transitoria, debido a un coágulo. Hace un mes sufrí una leve pérdida de memoria, no duró más de una noche. Los médicos del instituto (penal de Marcos Paz) me dieron medicación. He sido tratado por un cáncer de próstata hace seis años con tratamiento de radio terapia". Fin. No habló más.
El Plan Cóndor fue la coordinación represiva entre las cúpulas de las dictaduras sudamericanas en los ‘70. El juicio comenzó el 5 de marzo de este año y son cuatro causas que se tratan en paralelo a cargo de los jueces Adrián Federico Grünberg, Oscar Ricardo Amirante, Pablo Laufer y Ricardo Angel Basílico. Entre los 25 acusados están Videla, Reynaldo Benito Bignone, Santiago Omar Riveros, Luciano Benjamín Menéndez y el uruguayo Manuel Juan Cordero Piacentini.
Los represores son juzgados por 106 casos. La mayoría de las víctimas son uruguayos, pero también hay paraguayos y chilenos. En forma conjunta se lleva adelante un tramo de la causa del centro clandestino Automotores Orletti, por otras 67 víctimas.
La declaración de Tragant
Antes de Videla, declaró el imputado Carlos Tragant, exdirector del Liceo General Espejo de la provincia de Mendoza en los años 76, 77 y 78. Habló por casi tres horas. Y fue el único que aceptó preguntas de las partes. Tragant, que cumple arresto domiciliario, declaró sobre los dos casos que se le imputan.
"Mi caso empezó muy desprolijo y siguió muy desprolijo. El fiscal Osorio, en un juicio anterior, se aferra a un artículo de Página/12 y a una obra periodística", dijo.
El imputado rechazó la acusación sobre la desaparición de un ciudadano chileno en marzo de 1976 en Mendoza. Dijo que él estuvo en San Juan hasta el 30 de abril de ese año. Y agregó que Bignone era su superior inmediato y que mientras duró su gestión estaba vigente el Plan Conintes (Conmoción interna del Estado).
El fiscal Pablo Ouviña le preguntó por qué aceptó la orden de ir a San Juan si no se la había dado un superior. "Porque creía que era lo correcto", dijo y luego hizo un profundo silencio. Agregó que no le informó a Bignone "porque era por urgencia". El abogado defensor José María Soaje Pinto le dijo al fiscal se estaba alejando del objeto procesal. El fiscal pidió que se retire el imputado de la sala para explicar el fundamento de sus preguntas.
Una vez fuera Tragant, el fiscal explicó: "Más allá de un lugar de detención o centro clandestino y de la vinculación de Tragant hacia ese lugar, mi pregunta va dirigida sobre si el imputado tenía posibilidad o no de control de algo que habría estado sobre su comando y que su excusa es: no cometí los hechos porque no estaba ahí". Soaje Pinto interrumpió: "Está respondido eso". El juez Amirante le exigió silencio. Mientras los magistrados deliberaban si daban lugar a la petición de la defensa, Soaje Pinto levantó la mano para hablar: "En Mendoza se debate el lugar de reunión de detenidos, Tragant está aquí para responder sobre su rol en el Plan Cóndor y la desaparición de un ciudadano chileno. Nada más. Quizás el Ministerio Público no lo entendió, pero en Buenos Aires se debate el Plan Cóndor, nada más. Además, el coronel Tragant tiene 85 años y algunas cosas no recuerda. Por eso pido que no se permita continuar con este interrogatorio".
"Toda la actividad que hacía me tenía que dar cuenta a mí, era mi brazo derecho", dijo Tragant sobre el subdirector del Liceo, mientras él estaba en San Juan. También negó la acusación de formar parte de la organización del Plan Cóndor: "No tenía el más mínimo conocimiento de ese plan". Y rechazó la acusación de haber conducido el área 331. "Me enteré por la defensora oficial la existencia de esta área". "Mi responsabilidad era manejar el liceo, eran 800 cadetes. El lugar de detenidos era responsabilidad de la Brigada. Yo ni sabía quién estaba ahí".
El exmilitar se levantó de su asiento y en un pizarrón blanco que le acercaron dibujó un mapa del Liceo General Espejo y dependencia por dependencia. "Lucharé hasta el fin porque soy inocente. Si no fuera así, estaría sentado allá -señaló a sus camaradas- negándome a declarar y dejaría de ser una persona de bien", dijo. Las audiencias testimoniales en el juicio están previstas para el próximo martes 21 de mayo de 2013 a las 10. Los abogados defensores pidieron que sus defendidos no se presenten en las testimoniales.