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“No tengo la menor idea”, declaró hoy Luis Abelardo Patti sobre una escucha telefónica que lo involucra en una causa por haber prestado ayuda en 2003 al ex coronel Jorge Horacio Granada, que se encontraba prófugo en el marco de una causa por delitos de lesa humanidad. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 4 comenzó hoy el juicio oral donde el único imputado por encubrimiento a Granada y al ex coronel Jorge Luis Arias Duval es ex diputado nacional y ex intendente de Escobar. Hay seis testigos. 

 

Desde el penal de Ezeiza, Patti llegó a Comodoro Py en camilla, con cuello ortopédico, tapado por una frazada a rayas negras. Lo acompañaron un médico y un enfermero de la obra social. En total había 17 personas en la sala de audiencia, sin público y sin familiares del imputado. 

 

Los jueces Leopoldo Bruglia, Néstor Costabel y Pablo Bertuzzi se levantaron del estrado y se acercaron al imputado. “No estamos acostumbrados a esto”, dijo Bruglia por la presencia del imputado sobre la camilla. 

 

Bruglia también es juez en el tribunal que juzga delitos sucedidos en la ESMA durante la última dictadura militar. Le preguntó a Patti si podía sentarse en lugar de estar recostado. La respuesta del abogado defensor fue negativa. Dijo que el acusado tenía tablas y si se sentaba le iba a doler mucho la espalda. “La tabla es lo que me perjudica”, fueron las primeras palabras de Patti en el juicio. 

 

Durante la audiencia se escuchó una conversación telefónica de 2003 entre Granada y el acusado. En su declaración indagatoria Patti, reconoció que eran amigos desde el año ’85 u ‘86. También que le hizo llegar dinero cuando era intendente de Escobar, pero aseguró que no sabía que estuviera prófugo. “Granada tenía una causa relacionada con la lucha contra la subversión, pero no sé bien de qué. En temas militares nunca me metí”, dijo Patti a un micrófono que le sostenía un policía. Sobre Arias Duval, Patti dijo que nunca lo conoció. 

 

Granada fue detenido por primera vez en 1985, por decreto del presidente Raúl Alfonsín. Estaba acusado de conspirar contra el orden constitucional junto a una docena de militares encabezados por Ramón Camps y Carlos Suárez Mason. Volvió a caer el 25 de julio de 2003, mientras caminaba por la Plaza San Martín. Llevaba un año prófugo por su actuación en el secuestro de un grupo de montoneros que ingresaron al país en el marco de la “Contraofensiva”, en 1979, para resistir a la dictadura militar. En diciembre de 2003 la Sala II de la Cámara Federal confirmó su procesamiento, que había dictado el juez Claudio Bonadío, pero poco después fue excarcelado.

 

El diálogo grabado por orden de Bonadío demostró otra cosa. “Se van acortando los tiempos. Estoy pensando en entregarme. Es un buen momento”, le confió Granada a Patti. “El otro quedó y yo tuve tiempo de salir e irme. Te veo directamente así no te comprometo. Sé que estás bien con el tema de derechos humanos y no te quiero comprometer”, siguió. 

 

Patti en aquel momento estaba de campaña electoral en Mar del Plata. En su defensa hoy señaló: “¿Cómo puede ser que esté prófugo alguien que usa sus tarjetas de crédito y que haga exposiciones en la comisaría por una sociedad de fomento? Salvo que los que lo busquen sean inútiles”, dijo. 

 

Se disculpó cuando se confundió de fechas. Destacó que tiempo atrás sufrió un ACV. También dijo que la acusación contra su persona podía deberse a la elección donde salió como diputado electo, pero que no pudo asumir por estar acusado en delitos de lesa humanidad. 

 

Cuando el fiscal Oscar Arrigo le preguntó si le había dado plata a Granada, el imputado afirmó que sí porque “se le deben favores cuando alguien ayuda en momentos difíciles”. Patti explicó que en los ´80, cuando se separó de su mujer, vivió unos días en casa del exmilitar. 

 

En abril de 2011, Patti fue condenado a la pena de prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín. Y tiene otra causa pendiente en un juzgado federal de San Martín, por crímenes de lesa humanidad.