Una diputada porteña presentó hoy un proyecto de ley en la Legislatura para incorporar una nota aclaratoria al busto de Roberto Repetto, que se encuentra en Plaza Lavalle. Fue un juez de la Corte Suprema que, en 1930, avaló el golpe de Estado contra Hipólito Yrigoyen.
La diputada porteña Claudia Neira presentó hoy un proyecto de ley (ver adjunto) en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires para incorporar una nota aclaratoria al busto de Roberto Repetto, que se encuentra en Plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales. Repetto integró la Corte Suprema que en 1930 avaló el golpe de Estado al gobierno de Hipólito Yrigoyen. “Queremos que se recuerde en una placa el rol que jugó este jurista en la historia de nuestra patria”, señaló Neira.
La diputada agregó: “El busto de Repetto simboliza una tragedia que no podemos negar ni ocultar. Creemos que debe permanecer en su emplazamiento original pero con una nota que aclare la trayectoria completa de este juez”. La vida de Repetto traza un derrotero que podría explicar gran parte de las discusiones de los años 30 y 40 en la Argentina: integró, junto a otros tres jueces (José Figueroa Alcorta, Antonio Sagarna y Ricardo Guido Lavalle), la Corte Suprema que el 10 de septiembre de 1930, cuatro días después del golpe militar, avaló la interrupción institucional.
“La historia del derecho de esta Nación recordará por siempre la acordada de aquella Corte donde se echan por tierra los principios constitucionales de nuestro joven Estado y que servirá como sustento jurídico de los sucesivos golpes cívico militares”, explicó Neira, que integra el bloque Buenos Aires 20/21
Neira expresó que “a 83 años de la nefasta acordada del a Corte que violentó los principios democráticos de nuestro joven Estado Nacional, debemos comprender el rol de los poderes económicos y fácticos de este país”. Esa acordada fue firmada no sólo por la Corte de 1930, sino también por el entonces procurador general Horacio Rodríguez Larreta. Y convalidó que las autoridades no sólo pueden ser depuestas por la fuerza sino que, además, estas no pueden invocar en su defensa la vía constitucional, como lo intentó Yrigoyen en 1931.
“Cuando se habla del ‘Círculo Rojo’, no se debe olvidar que hubo sectores del Poder Judicial, de los grandes estudios jurídicos -lo que se conoce como la ‘corpo judicial’– que tuvieron un rol clave en la desarticulación de los proyectos políticos populares”. Repetto, dijo la diputada, es un “claro ejemplo de esa tradición de juristas”.
Al asumir la primera presidencia Juan Domingo Perón y restituido el Congreso en sus plenas funciones, la Corte Suprema mantuvo su composición heredada de la década infame, presidida por Repetto. Sin embargo, en 1947 se completó el proceso de reordenamiento constitucional con el juicio político y la sucesiva remoción de la totalidad de los miembros de aquella Corte. Entre los fundamentos de aquel juicio político se citó la acordada del 10 de septiembre. Repetto se había retirado en 1946, pero igual debió comparecer ese ese jury.
El busto llegó después de que derrocaran a Perón: el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires promovió la reivindicación de y colocó la escultura en Plaza Lavalle.
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