El gobernador Daniel Scioli decidió sacar a Jorge Nasrala, que era el titular de Investigaciones de la Bonaerense. Lo reemplazó al comisario Vicente Antonio Melito. Nasrala, ex jefe de la Distrital de Tigre y cercano a Sergio Massa, supo del robo a la casa del intendente pero no lo transmitió al ministro ni al gobernador.
La escena sucedió ayer, en el Salón de Usos Múltiples de la casa de Gobierno, engalanada con telas blancas, monitores laterales y lámparas circulares de diseño. Daniel Scioli, el ministro de Seguridad Ricardo Casal y el jefe de gabinete, Alberto Pérez, reunieron a las cúpulas policiales para una ceremonia de rutina: rendir homenaje a los policías caídos en cumplimiento del deber.
-Me gusta poner la cara, me gusta ver la droga que secuestran e ir a ver las armas que ustedes incautan-, los ensalzó el gobernador bonaerense.
Pero faltaba alguien: el superintendente de Investigaciones en Función Judicial, comisario general Jorge Nasrala, virtual número dos de la fuerza. La razón se conocería más tarde. Como al pasar –tras el anuncio de mil patrulleros nuevos, el egreso de 5.000 aspirantes, más cámaras callejeras y la extensión del sistema 911-, el gobernador presentó al comisario Vicente Antonio Melito como reemplazante de Jorge Nasrala.
Su desplazamiento, y el resto de las medidas, buscaban “acorralar el delito e intensificar la prevención”, aclaró Scioli. Una fuente de la gobernación, ante la consulta de Infojus Noticias, también quiso bajarle el perfil. “Obedece a cuestiones operativas; los cambios en las cúpulas se dan todo el tiempo”. Sin embargo, es una verdad a voces que la razón que determinó la movida es que Nasrala, ex jefe de la Distrital de Tigre y hombre con afinidades con Sergio Massa, sabía del robo a su casa pero no lo transmitió al ministro y al gobernador.
Massa y Nasrala habrían mantenido una comunicación telefónica el mismo día. Algo de eso la fuente de Casa de Gobierno confirmó: “Scioli fue muy claro en eso: él quiere estar siempre informado y no le gustó enterarse que habían robado a una persona 15 días después”.
Infojus Noticias se comunicó con Nasrala, pero el comisario desplazado prefirió no ahondar en los motivos de su alejamiento. “No creo que corresponda”, se excusó al otro lado del teléfono.
Nasrala llegó al cargo en enero de este año, después de una serie de enroques de jefes zonales en los que suplantó a Roberto Castronuovo. El comisario fue un hombre cercano al duhaldismo y a uno de sus operadores más influyentes, el ex senador Horacio Román. Provenía de la jefatura de la departamental Norte desde la que manejaba la Bonaerense en San Isidro, Vicente López, San Fernando y Tigre. Había llegado allí en 2008, luego de una serie de crímenes resonantes que obligaron al Poder Ejecutivo a pegar un timonazo en el manejo de la fuerza. Antes, en su derrotero por el área de Investigaciones, había recalado en distintos destinos del oeste del Conurbano delicados: Merlo, Morón y La Matanza.
Fue en su paso por la Departamental Norte que Nasrala estrechó vínculos con el candidato del Frente Renovador, Sergio Massa. Allí comandó operativos que terminaron en represiones a trabajadores o manifestantes. Por ejemplo, la represión durante el desalojo forzoso de la fábrica Kraft, en 2009, cuando una incursión de 300 efectivos de la montada, la bonaerense y Gendarmería dejó 65 detenidos y cuatro personas heridas. “Los trabajadores que tenían tomada la planta estaban intransigentes. No querían abandonar la fábrica a pesar de la orden de desalojo. Por eso, hubo que hacer maniobras de distracción”, dijo a la prensa el comisario.
La escena se repitió dos años más tarde, cuando vecinos y activistas ambientales se opusieron a la inauguración del paseo vial Costero y la policía avanzó con balas de goma.
Pero sin dudas, la mancha más opaca en el legajo de Nasrala es la detención de un alto jefe policial que actuaba bajo su órbita: Raúl Antonio Papa, el jefe de la Distrital de San Isidro, cayó preso en octubre de 2011 acusado de liberar zonas y regentear una banda de ladrones.
Vicente Melito, su reemplazante en la subcomandancia de la fuerza, pasó por las distritales de Quilmes y Azul. Llega desde un área siempre sensible: Delitos Complejos y Crimen Organizado.