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En tres provincias ya está aprobada la ley de pirotecnia cero y las razones son las mismas: al que tira cohetes no le cuesta nada dejar de hacerlo y al que sufre por los ruidos puede provocarle la muerte.  Mendoza, Neuquén y Tierra del Fuego son las pioneras en multar al que tira o vende pirotecnia. Y otras cuatro provincias tienen legislaciones municipales que prohíben la práctica

Marcos Goldsmith es un padre que quiere ver feliz a su hijo autista. Está promoviendo una campaña para que no tiren cohetes en la Ciudad de Buenos Aires. “Por cada cañita voladora o petardo que se tira, veo a mi hijo con cara de horror, tapándose las orejas y buscando, inútilmente, un lugar donde estar tranquilo. No lo puedo ver así y ya probamos todo: tapones auditivos, auriculares. ¡Nada funciona! Cada vez que escucha una explosión su cara de pánico me parte el alma. Si a tantos nos hace mal, ¿no es hora de prohibirla de una vez?”, dice su petición.

Según el Registro Nacional de Armas (RENAR), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la pirotecnia “menos riesgosa es la  que privilegia el color y la luz sobre el ruido de estruendo”, mientras que “los productos sonoros -como petardos, baterías de petardos y foguetas de tres tiros- son más peligrosos por su poder detonante”. El Organismo afirma que la pirotecnia provoca lesiones en los oídos, sobre todo en los niños,  y que “uno de sus efectos es la percepción de zumbidos luego de la detonación, que va disminuyendo pero no desaparece totalmente”. 

Para ser legal la pirotecnia debe tener impreso el fabricante o importador, el número de registro del artificio otorgado por RENAR, la denominación y marca y las instrucciones para su uso. “Los comerciantes asumen la total responsabilidad por el desarrollo de la actividad, no pudiendo eximirse de la misma amparándose en la aprobación técnica de las instalaciones”, señala el RENAR.

El Gobierno porteño, a través de la dirección de los Hospitales de Quemados y oftalmológicos Lagleyze y Santa Lucía, recomendó a los vecinos evitar el uso de la pirotecnia durante las próximas fiestas, pero detalló una serie de consejos para los casos en que personas mayores decidan utilizarlas en los festejos: "Lo más efectivo es no usar artículos pirotécnicos aunque si se compra hay que chequear que sean productos autorizados por el RENAR". También recomendaron que los cohetes  deben encenderse en espacios abiertos y alejados de las personas. Y si el fuego toma la ropa "se debe sofocar envolviendo al accidentado con una manta o haciéndolo rodar por el suelo. Nunca debe caminar y menos correr".

La organización proteccionista “Especismo cero” tiene  un proyecto de ley para presentar en las  legislaturas locales. “Los perros suelen sentir temor y al huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte; los gatos suelen correr detrás de los explosivos por simple curiosidad pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse; los insectos y otros animales pequeños poco pueden hacer para no ser dañados, la pirotecnia es para ellos un explosivo de gran tamaño”, dice entre los fundamentos el documento. En Córdoba, Corrientes y Salta está listo para tratarse.