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Alejandra Gils Carbó, procuradora general de la Nación; Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación; y Daniel Martínez, rector de la Universidad Nacional de La Matanza, firmaron el convenio marco que constituyó la Escuela del Servicio de Justicia. El objetivo de la nueva institución de formación de magistrados, fiscales, defensores o aspirantes a integrar alguna de las ramas del Poder Judicial “es la revalorización de la administración de justicia como servicio público”.

A la firma y el lanzamiento de la primera carrera de la Escuela asistieron el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak; y el secretario de Justicia, Julián Álvarez; junto a subsecretarios y autoridades del Poder Ejecutivo, jueces, fiscales, defensores, abogados, entre otros invitados y concurrentes que colmaron el Salón de Actos del Banco Nación.

“Tenemos una gran satisfacción. Los ministerios públicos hoy tienen un rol protagónico en el servicio de administración de justicia”, dijo Alejandra Gils Carbó, al inaugurar el acto. Explicó que tanto la Procuración como la Defensoría tenían sus propios cursos de capacitación y formación para quienes ingresan a ambas instituciones, pero que “ahora tendremos una carrera de ‘Especialización en Magistratura’ que va a tener la certificación de la CONEAU”.

"Orientada a la gestión, no al academicismo aséptico"

La Procuradora detalló que la nueva carrera se convertirá en una maestría, que se ofrecerá a fiscales y defensores, pero también a jueces y abogados de la matrícula que quieran concursar para esos cargos, “incluso a los operadores judiciales, que son los magistrados del mañana, el futuro del Poder Judicial”. Gils Carbó planteó que la formación de la nueva Escuela será diferencial porque “estará orientada a la gestión, y no al academicismo aséptico”. Criticó el cientificismo alejado de la realidad: “en todos estos años he leído muchos libros de derecho que parecían de ciencia ficción”. Y agregó: “la magistratura se aprende en la trinchera”.

“El magistrado no debe ser un burócrata al que la vida le pasa por el costado”, enfatizó Gils Carbó y apuntó a desterrar la idea de que el juez es una persona objetiva y sin emociones. La Procuradora ejemplificó el trato distante del juez con los ciudadanos y detalló: “la Justicia es un servicio, no puede haber jueces a los que haya que dirigirse como ‘excelentísimo magistrado’. En el Ministerio Público Fiscal eso está prohibido, a los fiscales se les dice ‘señor fiscal’, y a mí se me dice ‘señora Procuradora’”.

La carrera de Especialización en Magistratura tendrá como directora a la jueza Alicia Ruiz, que integra el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, y también será docente de la materia “Función social de la administración de Justicia”. Alberto Filippi brindará “Constitución, hegemonía y democracia”, Víctor Abramovich dará “Derechos Humanos y políticas públicas”, y Claudio Martyniuk estará a cargo de la materia “Epistemología”.

“Un abogado que no entiende las necesidades de la sociedad, nunca va a ser un buen juez"

Por su parte Stella Maris Martínez recordó que, desde su llegada a la Defensoría, cualquiera que quiera ingresar al Ministerio Público de la Defensa debe superar un concurso. El mismo procedimiento se aplica para los ascensos y promociones. “Si les exigimos capacitación, es una obligación moral y legal brindárselas”, razonó. Hizo hincapié en la gratuidad de los cursos de la nueva Escuela del Servicio de Justicia, ya que la mayor parte de los posgrados son pagos y muy caros, y para poder sumar puntos en los concursos en el Poder Judicial es imprescindible adquirir esas diplomaturas.

La defensora general retomó la idea de Gils Carbó y criticó a los docentes que no ejercen el derecho en la práctica: “hay juristas que carecen de espíritu crítico, porque son docentes pero nunca le vieron la cara a un preso, o nunca oyeron llorar a la madre de uno, y esos son los que forman a los futuros magistrados”. Insistió en que la carrera será interdisciplinaria y con un profundo espíritu práctico, “será revolucionaria”. Definió que se formará a profesionales con un perfil “de compromiso social con los vulnerables”, porque “un abogado que no entiende las necesidades de la sociedad nunca va a ser un buen juez, va a ser un buen burócrata”.

Contó que la creación de esta carrera es un anticipo de la celebración que realizarán ambos ministerios públicos el año próximo, con motivo de los veinte años de la reforma constitucional de 1994. “Son veinte años con un Ministerio Público bicéfalo, autónomo, autárquico, con presupuesto. El año próximo será el de nuestra liberación definitiva de los antiguos modelos y esquemas, de las cosas que no queremos más para la Justicia moderna”.

La institución, que será dirigida por la procuradora y la defensora, estará encabezada por un Consejo Ejecutivo del cual forman parte el fiscal general ante la Cámara de Casación Penal, Javier De Luca; y el secretario letrado a cargo de la Secretaría de Capacitación de la Defensoría General de la Nación, Gabriel Anitúa. El Consejo Académico estará compuesto de Julio Maier, Alicia Ruiz, Víctor Abramovich, Alejandro Alagia, Alberto Binder y Eugenio Zaffaroni, entre otros reconocidos juristas. Además, el italiano Luigi Ferrajoli y el procurador general adjunto de Portugal, Antonio Cluny, serán los primeros en componer el Consejo Consultivo Internacional.