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Se conocieron por Facebook. Ella viajó desde Misiones a Buenos Aires para conocerlo. A la segunda visita a él le molestó un comentario de ella: la insultó, la golpeó y mantuvo secuestrada durante una semana. Ella logró avisarle a su ex marido y fue liberada. Ahora, la Jorge Oscar Zanetti fue procesado con prisión preventiva por los delitos de “privación ilegítima de la libertad, amenazas y lesiones leves agravadas por haber sido provocadas durante una relación de pareja y coacciones”.

Zanetti, de 48 años, conoció por el chat de Facebook a una mujer de 37 años. Ella viajó desde Misiones a Buenos Aires en febrero pasado para conocerlo personalmente. Volvió unos meses después, en julio, y se quedó en el departamento de Zanetti, en Villa Pueyrredón.

La relación iba bien hasta que ella hizo un comentario sobre una persona que aparecía en la pantalla de la televisión. “Es lindo”, dijo y Zanetti se alteró. “¿Qué dijiste?”, preguntó, se levantó, se le acercó y le pegó un rodillazo en el muslo de la pierna izquierda. “´¿Así que ese es lindo hija de puta?”, la increpó nuevamente y volvió a golpearla.

Durante esos días, Zanetti “en reiteradas oportunidades la insultó, le profirió frases de índole intimidatoria y la agredió físicamente, provocándole así las lesiones”, explicó la jueza de Instrucción Yamile Susana Bernan en el procesamiento. Allí detalló que cuando fue rescatada por la Policía Metropolitana tenía lesiones de diversa consideración: laceraciones en el labio, “equimosis en muslo izquierdo” y hematomas en los ojos.

El 22 de julio, diez días después de haber llegado a Buenos Aires, la mujer aprovechó un momento de distracción de su captor, cuando fue a compra comida, y con su teléfono celular, que tenía escondido, logró enviarle mensajes a su ex marido que dio aviso a la policía.

La escala prevista para el delito permitiría que el acusado prosiga el proceso en libertad pero la jueza decidió que siga detenido porque Zanetti registra antecedentes penales y le trabó un embargo de 200 mil pesos sobre sus bienes. Para la jueza, “se encuentra acreditado” que mantuvo a la mujer “encerrada en el interior de su domicilio y le impidió comunicarse con otras personas por cualquier medio”.

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