Mientras la Cámara de Diputados debatía el proyecto que busca reformar el Consejo de la Magistratura, Mauricio Macri pasó a saludar por la carpa blanca, instalada frente al Congreso para protestar por las modificaciones en la Justicia. Adentro las personas que se habían acercado eran pocas. Sobre una de las sillas vacías había una carpeta rosa. Un señor de traje entró apurado a buscarla. "Es de Aylén. Se la olvidó anoche y pidió que se la guardemos". Aylén es una estudiante de 19 años que se acercó ayer para firmar el petitorio contra la democratización de la Justicia. Al final de la jornada se quedó sola a pasar la noche. Esta mañana era la única persona en la carpa blanca.
Después del mediodía, afuera ya se juntaban unas 200 personas. Los sub treinta se contaban con los dedos de las manos. La carpa estaba rodeada por una bandera argentina con la leyenda "Justicia independiente", cerca de las pancartas de la Coalición Cívica y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). No se veían banderas partidarias pero sí pecheras. Una joven rubia se paseaba exultante con una roja sobre su pecho: "Ella o mi libertad", decía el slogan de campaña de Francisco De Narváez.
Cerca de la joven una señora golpeaba dos latas de atún y pedía "¡Justicia Independiente”. A su lado, otra la acompañaba con cacerola y cucharón. Un hombre que sostenía un cartel, "Democracia de poderes. No a la monarquía", llamó la atención de una mujer, que se le acercó con una cámara fotográfica. "Es para mandarle a mi hija que está en Alemania, si no, no se entera de estas cosas", le explicó.
Sobre la calle una señora bajita de pelo blanco apretaba su monedero con firmeza y ofrecía una nota a un canal de televisión. "No hay que pagar más los impuestos, para que se den cuenta que así no va. Que nos escuchen, porque no se puede hablar en ningún lado". Detrás de la mujer pasó un hombre y quiso intervenir: ”¿Quiere volver al 2001 y que se vayan todos? En la dictadura no se podía hablar. Ahora usted está hablando, diciendo lo que piensa", le recriminó. Discutieron unos segundos. La mujer lo acusó: "lo enviaron los cristinistas" .
A las 12.30 la carpa estaba llena. Tres personas que se presentaban como referentes de organizaciones sociales -Será justicia y Libertad de expresión más democrática- dieron una charla sobre los motivos de la oposición de la reforma. Las organizaciones sociales vinculadas al derecho ya habían debatido en las comisiones del Congreso.
Por las calles laterales al Congreso, dos grupos más pequeños intentaban esquivar la carpa. Por Irigoyen, varias personas vestidas de color violeta sostenían la bandera que pedía "Una ley nacional de fertilización asistida". En la esquina de Callao las banderas eran verdes: los manifestantes pedían por la legalización del cultivo de marihuana. "Nosotros no nos sumamos a la carpa, al contrario, creemos que hay que reformar la Justicia. Tenemos un compañero preso por cultivar quince plantas. Ahí te das cuenta que algo anda mal", dijo una de las activistas.
Después de las 13 hs. llegó a la zona una columna importante: ocupaba dos cuadras de extensión y era la de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, con bombos, petardos y Julio Piumato a la cabeza. Mientras los empleados judiciales protestaban frente al Congreso y asistían a su acto -en el que hablaron Julio Piumato y el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano- los manifestantes de la carpa blanca observaban distantes, sentados en sillas de plástico y refugiados a su sombrea del rayo del sol. "Sepamos a quien respondió al reclamo de la sociedad y quién hizo oídos sordos. Esos serán castigados por la sociedad en octubre", amenazó Moyano en el cierre del acto, minutos antes de las 15 hs.
A las cinco y media está convocado el acto central. Entre los tantos grupos que participan de la carpa contra la reforma del sistema judicial, están también los familiares de la tragedia de Once. Enarbolan una gran bandera que reclama en letras enormes: "Justicia".