Un equipo de investigadores y estudiantes de la Universidad del Centro digitaliza y publica en la web, diarios y revistas del interior bonaerense, publicados entre el ’74 y el ’84. “Nos interesa que puedan buscar, mirar y encontrar información útil, publicada casi inocentemente, para los juicios u otras investigaciones”, contó Jorge Arabito, uno de los coordinares del proyecto.
La idea nació en Olavarría y repercute sin fronteras: un equipo de investigadores y estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), puso en marcha un proyecto de digitalización de diarios y revistas del interior bonaerense, publicados entre 1974 y 1984, que suben –y seguirán subiendo– a la web, para su consulta libre. Bajo el nombre de “Procesos de memoria y olvido: relatos del periodismo gráfico en dictadura”, el proyecto del área de Extensión fue seleccionado por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y recibirá financiamiento para su desarrollo entre 2014 y 2016.
Coordinado por Silvia Boggi, Ana Silva y Jorge Arabito, el equipo se dedica a digitalizar y sistematizar material periodístico editado en Olavarría –en la actualidad, están trabajando con el diario Tribuna y, luego, digitalizarán El popular, ambos en su período de la última dictadura militar–, que luego publican en Internet, con soportes indexados, para consulta de estudiantes, tesistas, periodistas, investigadores y toda persona interesada en consultar esos datos de relevancia para la historia local y nacional, insumo también de relevancia para los juicios por crímenes de lesa humanidad que se desarrollan en el país.
“Nos interesan los pequeños diarios del interior: esas ediciones y colecciones que suelen estar en bibliotecas populares, archivos de diarios o en municipalidades. Nos interesa que las personas puedan buscar, mirar y encontrar información útil, publicada casi inocentemente, para los juicios o para otras investigaciones”, explicó a Infojus Noticias Jorge Arabito, docente e investigador en Comunicación Social.
El proceso de digitalización comenzó en 2012, como una idea de “militantes, investigando para preparar el juicio de lesa humanidad por el homicidio de Carlos Moreno, abogado laborista que defendía a los obreros de Loma Negra, en Tandil”, compartió Arabito. En ese juicio, aportaron información relevante publicada en un periódico local: “Había salido publicada la patente del auto que secuestró a Moreno, porque los periodistas pensaron que era un secuestro extorsivo común”.
No fue el único caso vinculado a un juicio. En el proceso judicial de Monte Peloni, muchos ex detenidos desaparecidos consultaron las publicaciones de días posteriores a sus secuestros “pero nos faltaban ejemplares y en Diario El Popular no nos dejaron acceder al archivo, donde estarían las noticias referidas a los pedidos de información por parte de los familiares. Nosotros queremos abarcar el huevo de la serpiente, el registro y digitalización de la época de la dictadura, un año antes y un año después, ediciones del ’74 al ’84”, contó Arabito.
–En ese sentido, ¿cómo y dónde consiguen el material a digitalizar?
–En Olavarría tenemos un Archivo Histórico, que tiene la colección completa del diario vespertino Tribuna, que dejó de salir a fines de 1983. Sin embargo, aún nos cuesta acceder a la colección de El Popular, que era el matutino. Lo mismo sucede en Azul, con el diario El Tiempo y en Tandil, con El Eco: las empresas periodísticas dicen que sí, pero no dan acceso al archivo y no están digitalizados. Pensamos que debería existir alguna normativa que determinara que no se pueden negar a abrir los archivos a la comunidad.
–¿Cuál es el mecanismo de trabajo?
–Encontramos una manera más o menos fácil de hacerlo. El fotoperiodista Julio Menajovsky nos pasó criterios que usan en el Archivo Nacional de la Memoria, en la ex ESMA, y así fabricamos en el Archivo Histórico un estativo, que es un instrumento con soporte para que una cámara de fotos enfoque hacia abajo, donde está el diario sobre un rectángulo iluminado con tubos fluorescentes. Como el escáner no da tamaño tabloide, hay que fotografiar los ejemplares en alta calidad. Nosotros fotografiamos página por página, las maquetamos en PDF, editamos en DVD y lo subimos en Issu, que emula el formato de una publicación y permite “hojear” el diario. El acceso y la vista son simples y rápidos, lo difundimos en foros, Facebook, sitios web, congresos.
–También indexan la información…
–Sí, ese es otro trabajo que hace el equipo: anotan, en una especie de índice manual, determinados temas vinculados a derechos humanos. El día de mañana, si alguien estudia cuestiones del deporte por ejemplo, podrá también puntear esa información relacionada.
–¿Replicaron el proyecto en otros lugares?
–Este año nos presentamos para hacer algo similar en Azul, ya que quieren digitalizar archivos sonoros de principios de 1990 de la radio LU10, que está recuperada por los trabajadores. Y entiendo que en Tandil presentaron otro proyecto parecido. Esto se puede hacer antes de que las colecciones se pierdan y es más fácil de lo que parece.
Los coordinadores del proyecto son: Jorge Arabito, Silvia Boggi y Ana Silva. Sus integrantes: Julio Menajovsky, Eugenia Iturralde, Soledad Restivo, Mónica Poggi (Archivo Histórico Municipal de Olavarría), Emanuel Collazo (Mutual Por La Memoria Olavarría). Las becarias son Nubi Fernández, Rocío Lencina, Paloma Ríos y Tefa Schegtel. Contacto: jarabito@gmail.com
JB/LL