Lo dijo Ana, hermana de Lila Rosa Gómez Granja, secuestrada junto a otros tres estudiantes en 1975, por el Comando Libertadores de América. Hasta marzo, cuando el EAAF identificó a los cuatro en el predio de La Perla, figuraban como desaparecidos. Hoy los familiares firmaron el acta de restitución de sus restos.
En la Sala de Audiencias del Juzgado Federal N°3 de Córdoba, los familiares de cuatro estudiantes de medicina desaparecidos firmaron el acta de restitución de los restos. Después visitaron por primera los hornos del centro clandestino La Perla, donde fueron hallados los huesos identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Los familiares también recibieron una orden que permitirá –más adelante- la restitución de los pocos restos encontrados en octubre del año pasado en uno de los tres hornos cercanos a la estancia La Ochoa, dentro de las 15 mil hectáreas de La Perla. En esa estancia el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez solía pasar sus fines de semana.
Por la tarde, los familiares visitaron los hornos, donde dejaron flores, y plantaron cuatro árboles en el predio donde funcionó el centro clandestino más grande del interior del país: uno por cada uno de los estudiantes y militantes dela Juventud Universitaria Peronista (JUP) desaparecidos.
“Todavía no los han entregado porque son pequeños pedacitos de huesos y los genetistas tienen que confirmar que no haya restos de otros cuerpos”, explicó a Infojus Noticias Néstor, el cuñado de Lila Rosa Gómez Granja, una de las estudiantes desaparecidas.
Lilia Rosalía Granja, la madre de Lila, falleció en 2010sin saber qué había pasado con su hija mayor. Antes de morir dejó una muestra de sangre que le sirvió a los genetistas para confirmar la identidad. “Quiero recibir los restos de mi hermana para enterrarla junto a mi madre”, contó ayer Ana Gómez Granja, hermana de la militante desaparecida.
En el horno los antropólogos forenses encontraron huesos astillados y quemados, partes de cráneos y un pedazo de tela de color blancuzca. Además del cuerpo de Lila, lograron identificar a sus tres compañeros: Alfredo “Freddy” Sinópoli –novio de Lila-, Ricardo Saibene y Luis “Lucho” Santillán.
Los cuatro estudiantes desaparecieron la mañana del 6 de diciembre de 1973. Ese día, previo a un examen, los cuatro estudiantes de medicina y militantes de la JUP se juntaron a charlar en el Parque Sarmiento, al pie del monumento del poeta Dante Alighieri. Ahí los secuestró una patota paramilitar del Comando Libertadores de América (CLA), la versión cordobesa de la Triple A.
En el megajuicio La Perla-Campo de La Ribera la sobreviviente Graciela Geuna contó como el represor Luis Manzanelli les había relatado la captura: “Nosotros salíamos del (Batallón) 141 y vimos a estos boludos que se les ocurrió caminar por el Dante, siendo jóvenes y con el pelo largo... Los secuestramos y los matamos”.