Con la detención de Luciano Campo ya son siete los apresados. “Hemos dado con uno de los más peligrosos delicuentes”, dijo el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Luciano Javier Campo, uno de los 13 presos que se fugaron en agosto pasado del penal federal de Ezeiza, fue recapturado anoche en el barrio porteño de Villa Lugano por la Policía Federal.“Hemos dado con uno de los más peligrosos delicuentes”, dijo el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Según explicó el funcionario, Campo, de 35 años, había cumplido la mitad de los 20 años a los que fue condenado por "homicidio agravado". Además, es uno de los tres delincuentes que en 2001 asaltaron el Banco Itaú Buen Ayre del barrio porteño de Flores, donde tomaron unos 60 rehenes, se tirotearon con la Policía y balearon a una mujer embarazada que estaba en un cajero automático con un bebé en brazos.
Con la detención de Campo, de 35 años, ya suman siete los presos recapturados ya que antes habían sido apresados Juan Armando Durán (37), Claudio Marcelo Pájaro Ortiz (32), Christian David Espínola Cristaldo (22), Leonardo Antonio Salto (31) y Luis Alberto López (28) y Marcos Ezequiel Sánchez (26).
Aún permanecen prófugos Martin Alejandro Espiasse Pugh (35) -condenado a prisión perpetua por el asesinato de dos policías cometido en 2007 en Rawson-, Alberto Manuel Freijo (33), Thiago Ximenez (29) y Renato Dutra Pereira (27), ambos brasileños; Mario Enrique Bañera (38); y Jonathan Páez (23).
La fuga de estos 13 presos ocurrió el 20 de agosto último, en el pabellón B del módulo 3 del Complejo Federal I de Ezeiza y provocó la renuncia del entonces jefe del Servicio Penitenciario, Víctor Hortel, que calificó al hecho como "cinematográfico".
Los detenidos lograron evadirse mediante un boquete de 40 por 22 centímetros realizado en el hormigón armado de la celda 22. Según Hortel la fuga no se podría haber llevado a cabo "sin complicidades internas y sin una logística y apoyo externo" dijo al anunciar su renuncia y el desplazamiento de 19 penitenciarios que estaban a cargo de la seguridad del penal.
Para salir de la cárcel los presos rompieron casi 30 centímetros de concreto y construyeron un túnel a través del cual salieron a la parte exterior del módulo. Luego de cortar alambrados perimetrales llegaron a la calle.