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A 14 años de la represión ordenada por el gobierno de Fernando de la Rúa que dejó cinco muertos y cientos de heridos en el centro porteño, los ex policías que implementaron y participaron en el operativo y Enrique Mathov, el único funcionario político entre los acusados, escucharon –por segunda jornada consecutiva-los alegatos de la fiscalía. Por segunda jornada consecutiva los fiscales Mauricio Viera, Santiago Vismara y los fiscales ad-hoc Mariano Domínguez y José Piombo, detallaron las pruebas que se conocieron, desde febrero de 2014, ante los jueces del Tribunal Oral Federal 6. Está previsto que sus alegatos se extiendan durante cinco jornadas: mañana, el jueves 10 y el viernes 11 de diciembre, cuando cuantificarán el pedido de penas para cada uno de los imputados.

“Llegó el momento de determinar parte de las responsabilidades de aquella jornada que todavía enluta la vida política de la nación”, señaló Viera ayer al comenzar la exposición. Precisó después las pruebas que apuntan a uno de los tiradores: el ex principal de la seccional 4°, Víctor Belloni, imputado por los intentos de asesinato de Marcelo Dorado y Sergio Sánchez, que se salvaron por la ayuda de otros manifestantes. Esta mañana, terminó el alegato con respecto a estos hechos.

Después se refirió al momento en el que el subcomisario Omar Bellante, al mando de más de diez oficiales de menor rango, levantó las “vainas servidas” de los disparos -más de 58 o más de cientos, según lo que surgió en el debate-que mataron a Gustavo Benedetto, un joven de 23 años, que poco antes de las cuatro de la tarde se dirigía, como otros manifestantes, hacia la plaza de Mayo. Esa tarde, Gustavo pasaba frente al banco HSBC, en el cruce de la avenida de Mayo y la calle Chacabuco, cuando los tiradores apuntaron contra los manifestantes.

En el juicio, por pedido de la fiscalía se incorporó un video inédito para la causa: un registro casero, tomado desde un cuarto o quinto piso, desde donde se observa la sede de la entidad financiera. De autor desconocido el video muestra el momento exacto en el que se desata la balacera que lo mató. Una de esas balas le destrozo la cabeza.

Ese video fue subido a You Tube recién el 19 de diciembre pasado, al cumplirse 12 años del ataque. Bellante estaba a cargo del grupo de policías que para la fiscalía no hay dudas: dispararon. Pero lejos de investigar los hechos, “los encubrió”: las vainas desaparecieron del banco, y Bellante “no denunció el delito, ni individualizó a los autores”, dijo Viera. En la sala, había vuelto a sonar la balacera. Como la primera vez que la proyectaron, estaba claro: los disparos fueron cientos.

A su turno, el fiscal Vismara se ocupó de la acusación que pesa en una de las siete causas que llegaron a juicio, sobre las “violentas” detenciones de manifestantes que esa tarde, en la zona del Congreso, llevaron adelante los entonces principales Carlos Loforte y el subcomisario Jorge Toma, de la comisaria Quinta. Mostró imágenes en fotografías y videos. En unas se lo ve a Loforte arrastrar a un hombre de los pelos. En otras a Toma pegarle una patada a otro; en su caso, Vismara le atribuyó mayor responsabilidad dado que dirigía el grupo. En ambos casos, mantuvo la acusación por vejaciones y consideró que hicieron un uso “ilegítimo, desmedido e innecesario de la violencia”.

Piobomo empezó luego a detallar la prueba que implica a nueve ex agentes de Asuntos Internos de la Federal que esa tarde, cuando De la Rúa ya se había alejado de la Casa Rosada en helicóptero, dispararon contra manifestantes que descansaban en una plazoleta, en las inmediaciones del Obelisco, sobre la avenida 9 de Julio. Allí murió Alberto Márquez, el único de los asesinados que tiene a sus ejecutores entre los acusados. Y Paula Simonetti y Martín Galli, resultaron heridos, también por balas de plomo pero sobrevivieron. Por sus intentos de homicidio el abogado que los representa en el juicio, Rodolfo Yanzón pidió penas 15 años de prisión para el jefe del grupo, Orlando Oliverio, y 12 para sus subordinados, por intento de homicidio.

Alberto tenía 57 años. En la represión dos balas calibre 12/70 le atravesaron al cuerpo. Estaba con Marta Pinedo, su pareja, en las inmediaciones del Obelisco, De la Rúa ya había renunciado, y él intentaba comunicarse con su familia y amigos en San Martín cuando dos autos y una camioneta estacionaron frente a la plazoleta. Era cerca de las 19.20 de la tarde, hacía 40 minutos De la Rúa había firmado su renuncia. Por su asesinato, el abogado Juan Carlos García Dieteze, que acompaña a su familia, pidió 25 años de prisión para Oliverio; para los que llevaban la armas –Carlos López, Ariel Firpo Castro y Norberto Juárez– pidió 20 años de cárcel y 16 para los otros acusados.

La acusación de la fiscalía desarrollada por Piombo sobre el asesinato de Márquez y los intentos de homicidios de los otros manifestantes continuará mañana, a partir de las 8.30, en una audiencia que está previsto que se extienda hasta las 11.30.

MB/PW