El cronograma establecido por los jueces indica que uno de los primeros en tomar la palabra debe ser el ex secretario de Seguridad. Es el único político que llegó acusado al juicio y su testimonio es uno de los más esperados. El tribunal debe definir planteos presentados por las defensas, la fiscalía y las querellas.
Hace más de 12 años, la vidriera del HSBC de la Avenida de Mayo al 600 quedó destrozada. Desde allí un grupo de policías al mando del subcomisario Omar Bellante y personal de seguridad del banco dispararon más de 60 veces. Un tiro le perforó la cabeza a Gustavo Benedetto. En el juicio por la masacre que desató en diciembre el gobierno de Fernando de la Rúa, aún está pendiente saber si los jueces del Tribunal Oral Federal N°6 hacen lugar al pedido de la defensa de Bellante, que pretende anular la presentación de los abogados de la familia Benedetto para que el ex policía responda por el homicidio del joven.
La semana pasada la abogada defensora Valeria Corbacho planteó la nulidad del proceso. La abogada planteó que Bellante llegó a este juicio acusado por la fiscalía por el delito de encubrimiento. Y cuestionó la imputación de la querella que insistió en juzgarlo por homicidio por participar de un grupo que disparo a sabiendas de que podía matar contra los manifestantes. “Actuaron como un pelotón de fusilamiento”, dijo uno de los querellantes.
Esta mañana, en los tribunales de Comodoro Py, la familia de Benedetto esperaba una definición. Llegaron temprano y esperaron una audiencia que empezó una hora después de lo previsto. Pero los jueces del TOF 6 no la tienen fácil y postergaron la decisión hasta el próximo miércoles. La resolución que tomen los magistrados marcara las pautas para el desarrollo de un debate por el que está previsto que pasen más de 600 testigos y que puede durar más de 10 meses.
Olga de Benedetto, la mamá de Gustavo. A su lado, Rodolfo Yanzón, abogado querellante.
La audiencia duró poco más de 20 minutos y empezó una hora después de lo previsto. Los jueces José Martínez Sobrino, Javier Anzoategui, Rodrigo Giménez Uriburu y Adrián Martín se limitaron a escuchar los planteos de la abogada Alicia Pierini, que representa a la familia Benedetto. Pierini fue precisa en sus alegatos y señaló que desde el requerimiento de elevación a juicio el 18 de octubre de 2005, la defensa de Bellante “siempre tuvo la posibilidad de ejercer todas las tácticas defensivas”.
Afuera de la sala -tras el vidrio desde el que observan a los 17 imputados- los familiares de las víctimas se sorprendieron. Esperaron más de 13 años y pensaron que hoy tendrían oportunidad de escuchar a los acusados. Algo que finalmente sucederá el próximo miércoles cuando se retomen las audiencias y los imputados tengan oportunidad de dirigirse al tribunal. El cronograma establecido por los jueces indica que uno de los primeros en tomar la palabra puede ser el ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov, que es el único político que llega acusado a este juicio.
Una abogada en la calle y en tribunales
Durante la represión Pierini estuvo en la calle. Se ocupó de resguardar las pruebas y presentó los primeros habeas corpus por los cientos de personas que estaban siendo detenidas. Sin ir más lejos, después de la balacera estuvo con la jueza María Servini de Cubría frente al HSBC. “Le pedí por favor que tomaran las fotos de cómo había quedado la vidriera”, contó a Infojus Noticias. Fue una medida fundamental, al otro día los dueños del banco habían cambiado el vidrio. Pero las fotos ya estaban en manos de la jueza y mostraban más de 50 impactos de balas.
Ahora, después de su paso como defensora del Pueblo de la ciudad de Buenos Aire, Pierini retomó su actividad como abogada. Y desde la pasada audiencia, vuelve a estar al lado de los familiares de las víctimas de la represión del 19 y 20 de diciembre. Para la abogada esta no es una “causa penal a secas”. La bala que le destrozó la cabeza a Benedetto se disparó porque desde la Presidencia se ordenó reprimir a los manifestantes que intentaban llegar a Plaza de Mayo.
El asesinato de Benedetto formó parte de una “tragedia política y social que ha dejado bronca y sangre en las calles de nuestra ciudad”, dijo durante su alegato. Los abogados del CELS que asisten a los familiares de otras víctimas coinciden: “Estamos frente a delitos graves que atentan contra la humanidad y el Estado tiene la responsabilidad de llegar a la verdad y reparar a las víctimas”, resumieron.
Después de los alegatos los tres jueces anunciaron que dejarían las definiciones para la próxima audiencia. A la decisión sobre la situación del ex policía Bellante, se suma la que deben tomar con respecto a la continuidad o no del abogado Virgilio Loiácono como defensor del exjefe de la Policía Federal, Rubén Santos que ordenó el operativo. Ya que tanto las querellas como el fiscal Mauricio Viera pidieron que fuera apartado de esta función. Es que el abogado actuó como defensor de Fernando de la Rúa durante la instrucción de esta causa y también estuvo imputado. Es que como contó Infojus Noticias, no tuvo un rol menor durante las trágicas jornadas.
El día que mataron a Benedetto, Loiácono estaba en la Casa Rosada desde las 9.40 de la mañana para ocuparse de sus tareas como secretario legal y técnico de la Presidencia y –durante once horas-estuvo a cargo de las piezas legales que dieron marco a la represión. Se retiró de su puesto a las 20.53, después de que Fernando de la Rúa se subiera al helicóptero que lo alejó de la presidencia.
A Gustavo lo mataron, a una cuadra de Plaza de Mayo. A las 16.30 de ese 20 de diciembre estuvo en la línea de fuego de los tiradores del HSBC. Unas horas antes, el joven que trabajaba como repositor en uno de los supermercados saqueados durante esas jornadas, había pasado a engrosar la estadística de desocupados. Enojado, fue a la Plaza de Mayo para sumarse a los manifestantes que reclamaban que se fueran todos. Su madre, Olga de Benedetto y su hermana Eliana vieron su muerte televisada por los noticieros.