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Roberto Catalán, ex juez federal de La Rioja, quedará preso en un establecimiento penitenciario. Un fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba revocó su arresto domiciliario en una causa por delitos de lesa humanidad. El juez federal de La Rioja Daniel Herrera Piedrabuena ordenó ayer la detención de Catalán y su alojamiento en el Servicio Penitenciario de esa provincia.

La decisión obedece a un fallo de diciembre de 2011 de la Cámara Federal de Córdoba que deja sin efecto la detención domiciliaria, fundada en su edad y en sus afecciones cardíacas, pese a lo aconsejado por los diversos peritos médicos. En el fallo, la Cámara cordobesa señaló textualmente en los fundamentos que “no está probado que no pueda permanecer en la cárcel”.

En la causa se investigan delitos contra 46 víctimas entre abril de 1975 y 1979. El expediente de Catalán abarca imposición de tormentos, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica. En la misma causa, se encuentran involucrados Luciano Benjamín Menéndez, Edilio Di Cesare, Eduardo Abelardo Britos y Juan Carlos Romero, entre otros. 

“Catalán le dio legalidad a las conductas ilícitas que ordenaban los altos mandos militares”, dijeron a InfoJus fuentes del juzgado de Piedrabuena.

Para la causa fue clave la denuncia del escritor y ex preso político Leopoldo Juan González. Fue secuestrado por una patota de civil en la capital riojana el 30 de abril de 1976. Antes del golpe, por su rol de periodista, había sido perseguido por la  Triple A. Por recomendación del escritor desaparecido Haroldo Conti fue a trabajar al diario riojano El Independiente, donde estuvo desde fines del ’73 hasta su detención.

La patota lo trasladó al Batallón de Ingenieros de Construcciones 141. Ahí lo torturaron con picana eléctrica en los testículos, riñones y boca, por lo que perdió la dentadura. El 14 de mayo lo enviaron al pabellón de castigo del Instituto de Rehabilitación Social de La Rioja. Y el 3 de octubre de ese mismo año lo trasladaron al Penal de Sierra Chica.

González denunció que Catalán le tomó declaración cuando estaba en Sierra Chica, en 1978. Dijo que el ex juez se negó a poner por escrito las torturas que había recibido. Catalán le habría dicho que  “esas cosas no tenían valor por haber pasado mucho tiempo” y que era mejor "olvidar".

"Así -sostuvo en su presentación - dio por terminada la declaración, dobló la hoja y pretendió que la firmara. Cuando me negué, el escribiente dio la vuelta al escritorio me tomó de los pelos y tirando mi cabeza para atrás me metió una pistola en la boca, diciendo que si no firmaba era boleta. Así firmé lo que no fue mi declaración, sino lo que Roberto Catalán quiso poner”, sostuvo González.

Catalán fue detenido en mayo de 2011 por orden de Piedrabuena, que lo procesó en primera instancia. Hasta ayer gozó de la prisión domiciliaria. Ahora irá  a la cárcel común.