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El juez federal Carlos Rozanski  en diálogo con Infojus Noticias consideró que “es inevitable que la Justicia termine siendo más democrática”, porque “la sociedad lo reclama”. Hoy está participando de una jornada de debate en Cipolletti sobre las seis leyes de reforma, encabezada por el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.

Ayer, Rozanski adelantó que su exposición giraría en torno a la evolución histórica de la estructura judicial durante los últimos 40 años. “Una parte del Poder Judicial demostró una actitud autoritaria y corporativa al proteger a jueces implicados con los crímenes de las dictaduras, especialmente de la última”, denunció el juez platense. Y evaluó que “por eso la necesidad de democratizar la Justicia es absolutamente obvia”.

Al encuentro también asistirá Noemí Labune, dirigente de la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén. La actividad está convocada para las 11hs en la sede de la Asociación Española y tendrá varios ejes temáticos: "Justicia y Derechos Humanos", "Cautelares y defensa del Estado", "Ingreso a la Justicia" y "Consejo de la Magistratura y participación popular". Labrune le dijo aInfojus Noticias que las leyes, pensadas para la Justicia federal, “deberían tener un correlato en el Poder Judicial de cada provincia”.

Rozanski comentó que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo son renovados periódicamente a través del voto popular, y que eso no es así con el Judicial. “Eso le ha dado una estructura muy cerrada que se refleja en su forma de actuar, pensar, hablar y escribir, y que termina siendo defensora de su propio carácter corporativo”. Señaló que los juicios de lesa humanidad eran una deuda pendiente del Estado, que está siendo saldada en este momento, “ahora resta la democratización”.

Para terminar, el juez de la Cámara Federal de Casación Penal expresó que “la reforma del Consejo de la Magistratura, especialmente la representación popular a través de las elecciones, no afecta ninguna disposición constitucional”. Sin importar lo que decida cualquier instancia judicial, incluyendo a la Corte Suprema, para Rozanski la democratización “es un proceso irreversible, porque la sociedad lo reclama, y no podemos ignorarlo”.