Lo dijo la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout, al entregarle el premio Rodolfo Walsh a Rosa Bru. La madre de Miguel agradeció a los estudiantes. “Me da un poco de vergüenza recibir este premio, siempre pienso en cómo devolverles tanto y ellos me otorgan la distinción más importante”, dijo.
Rosa Bru -madre de Miguel, el estudiante asesinado y desaparecido en la comisaría novena el 17 de agosto de 1993- recibió el Premio Rodolfo Walsh de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde estudiaba su hijo. Fue ante un Teatro Argentino repleto, en el concierto "Folclore y Rock" que León Gieco realizó anoche a beneficio de la Asociación Miguel Bru. El show recorrió la lucha de mujeres de todo el mundo, compartió las historias que forjaron la identidad de León y siguió con una celebración rockera y los himnos emblemáticos del músico que apadrina a Rosa y a la organización desde los primeros días de su lucha en las calles.
En la primera parte del show, León tocó acompañado por "Las guitarras del amor" y repasó un repertorio bien latinoamericano. Habló de su apoyo a la lucha de Rosa y jugó con la idea de que los autores de esas canciones bien podrían estar invitados esa noche, apoyando la causa Miguel Bru. "Para Alfredo Zitarrosa, el cantor de los universitarios como Miguel", dijo León -vestido con la remera negra con la cara del estudiante desaparecido-, y arrancó el concierto con Zamba por vos: "Yo no canto por vos /te canta la zamba /y dice al cantar/no te puedo olvidar"
"Podría estar acá Víctor Jara y lo mató la junta asesina", dijo y cantó “Los chacareros de dragones”. También hizo lugar a Violeta Parra, Jorge Cafrune, Hamlet Lima Quintana y Atahualpa Yupanqui. "La siguiente parte del recital la voy a dedicar a Rosa y a todas las mujeres que lucharon y luchan en el mundo", dijo León. Por la pantalla desfilaron referentes de todo el mundo: desde la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, hasta María Elena Walsh -fue el momento en que León cantó "Como la cigarra"- Mercedes Sosa, Alicia Moreau de Justo, Nora Cortiñas, Leda Valladares, Evita, pero también Sinéad O' Connor, Amparo Ochoa, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, entre tantas.
Después de la proyección de un video, que recogió la lucha de Rosa Bru y contó con los testimonios de Carlotto y el periodista Cristian Alarcón, que destacaron la tenacidad y el espíritu de lucha de la madre de Miguel, llegó el momento de la entrega del premio. Subieron al escenario los jóvenes de la Casa de Cultura y Oficios de Parque Patricios -donde la Asociación Miguel Bru lleva a cabo talleres y cursos-. Llevaban una bandera con un reclamo: ¿Dónde está Clara Anahí? Se referían a la beba desaparecida en 1976 por el terrorismo de Estado, con la que su abuela Chicha Mariani aun no ha podido abrazarse.
Al entregar el premio Rodolfo Walsh, la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Florencia Saintout, contó en pocas palabras su sentido: “Es un premio político -dijo-. La Plata es la ciudad de las madres, de las abuelas, de las mujeres que luchan. Rosa ha sabido hacer un camino de lucha con la valentía de enfrentarse a los poderosos y a las injusticias con el amor y la templanza de una madre que pelea por su hijo. Supo que lo que a ella le pasaba, no era solo a ella, y que caminar con otras y otros era un modo de transformarse y transformar”. En primera fila, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; integrantes de HIJOS La Plata, activistas de derechos humanos, y el público que había agotado las entradas unos días antes, aplaudió fuerte.
Saintout habló de Rosa como “una compañera entrañable, docente de aulas y calles, ejemplo cotidiano y faro permanente”. “Para mí, como militante, caminar con Rosa es tener el profundo honor y la inmensa posibilidad de luchar con la inteligencia del corazón y la firmeza de la verdad”, dijo la decana. El Rodolfo Walsh es un premio a la comunicación popular latinoamericana, que ya recibieron -entre otros- la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; los presidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador); Hugo Chávez Frías (Venezuela), el mismo León Gieco, Estela de Carlotto, Hebe Bonafini, Susana Trimarco, Eduardo Galeano, Silvio Rodríguez, Calle 13, La Renga, la revista La Garganta Poderosa, Diego Maradona y Víctor Hugo Morales.
“Rosa siempre ha trabajado en la construcción de un camino alternativo de producción social de sentido y de la circulación de la información en su militancia, por el esclarecimiento de la causa manipulada por el Poder Judicial, donde su organización se convirtió en una vía eficiente y transformadora de comunicación popular y de militancia por los derechos humanos, haciendo un profundo aporte a la construcción de nuestra identidad”, dicen los fundamentos del Premio aprobados por la Facultad de Periodismo y Comunicación.
Rosa agradeció a los presentes, mandó un abrazo especial a la Abuela de Plaza de Mayo Adelina Dematti de Alaye ("que se ponga fuerte") y recordó: "Me acuerdo cuando todo esto empezó. Los chicos, que ya no son chicos, venían a mi casa, me decían tenés que hacer esto y lo otro, yo no tenía mucha idea. Y recuerdo que cuando la vimos a Estela ella dijo: había que hacer algo pero no con ella sola sino con todos los organismos de derechos humanos. Gracias Estela por todo lo que hiciste. Dios te premió y te devolvió a tu nieto, y eso fue lo más grande que pudimos ver", dijo Rosa a la presidenta de Abuelas.
La madre de Miguel agradeció a los estudiantes que la acompañaron: "Nada hubiéramos podido hacer si no fuera por el compromiso y el acompañamiento de los estudiantes y las autoridades. Me da un poco de vergüenza recibir este premio, siempre pienso en cómo devolverles tanto y ellos me otorgan la distinción más importante”, y llamó a los integrantes de la Asociación Miguel Bru a subir al escenario con ella para un abrazo. Rosa también gradeció a las madres de víctimas de violencia institucional. Y contó que una escuela de Pigüé -donde nació Néstor, su esposo, el padre de Miguel- llevará en breve el nombre de su hijo.
"La vida continúa. La vida nos premió con la memoria, con la lucha por Miguel, con todos los pibes que hoy nos acompañan, y con una familia que creció. Hoy tengo cuatro nietos y un bisnieto, ellos son un gran premio", dijo Rosa. También agradeció a las autoridades y al personal del Teatro Argentino por ese concierto a beneficio de la Asociación. "La distinción la tomo no como un reconocimiento a mí sino a toda la Asociación Miguel Bru que trabaja “contra la violencia institucional, contra el abuso, torturas, gatillo fácil” y de la cual León Gieco es padrino", cerró Rosa.
El reclamo de justicia
Antes de retomar el show, León se puso la visera de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional. Se la entregó ahí mismo el diputado Leonardo Grosso y la locutora recordó los ejes de la campaña: “Mi cara, mi ropa y mi barrio no son delito. Esto solo puede terminar si toda la sociedad se pone la visera".
La noche siguió con los integrantes de HIJOS La Plata, quienes entregaron a León su remera de 20 años: "Fue hace 20 años. Y León estuvo allí para abrirnos la puerta. El 20 de abril de 1995 en el Homenaje a las y los estudiantes desaparecidos de la Facultad de Humanidades nos invitó a cantar "Solo le pido a Dios" en el escenario. Él tal vez no lo sepa, pero en ese acto se transformó en el partero de una organización que nacía: H.I.J.O.S (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) de La Plata", expresaron. Entre ellos estaba Matías Moreno, hoy director de Formación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Matías es el hijo del abogado laboralista Carlos Moreno, que defendía a los obreros de Loma Negra y fue asesinado en la dictadura.
La segunda parte del concierto, "Rosquín folclore, Rosquín rock" fue bien potente, con León acompañado de la banda Infierno 18. El público festejó bailando las versiones rockeras de “El ángel de la bicicleta” y “Solo le pido a Dios” -donde cantó acompañado por los jóvenes que participan de la Casa de Cultura y Oficios de Parque Patricios-. Y después de los bises, al terminar el concierto, los estudiantes de esos talleres de medios le realizaron una entrevista al músico.
El dinero recaudado será destinado a sostener las actividades de la Asociación Miguel Bru en el espacio que funciona en la Ciudad de Buenos Aires, y en las actividades que se llevan a cabo en La Plata.
Ya se realizaron alrededor de 40 rastrillajes buscando a Miguel. Aún hoy y tras casi 22 años, la AMB continúa exigiendo la aparición del cuerpo, secuestrado, torturado, asesinado y desaparecido en la Comisaría Novena de La Plata el 17 de agosto de 1993. Sólo los policías Walter Abrigo y Justo José López fueron condenados a prisión perpetua acusados de tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad e incumplimiento a los deberes de funcionario público. Otros policías que encubrieron el crimen obtuvieron penas menores.
López goza hoy del beneficio del arresto domiciliario mientras el cuerpo de Miguel nunca fue encontrado. La AMB aún exige la investigación penal al resto de los policías que estuvieron presentes en la Comisaría Novena la noche de la desaparición.
MEL/RA