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 “Apenas terminó el discurso de apertura del ministro de Justicia Julio Alak, los participantes abandonaron del Patio de las Américas. En la carpa 4, el debate por el “Consejo de la Magistratura y participación popular” ya había comenzando.

"Voy a correr la botella. La última vez que debatí sobre el Consejo de la Magistratura me tiraron un botellazo” dijo Agustín Rossi antes de empezar. El público respondió con una sonora risa. Rossi se refería al debate en la Cámara Baja que terminó en escándalo: en medio de la votación del articulado de la ley, el peronista disidente Sergio Pansa le había arrojado una botellita de agua mineral que le pasó a unos pocos metros.

“Hay 400 personas más de la capacidad”, explicó uno de los organizadores, parado en la puerta de la carpa. Todas las sillas -más de 500- ya estaban ocupadas y la gente se había sentado en el suelo, birome y papel en mano. Afuera, de pie, se habían agolpado los que llegaron tarde. A través de la pantalla gigante seguían el discurso de Rossi, el principal orador del panel. Ya habían hablado Juan Manuel Olmos, consejero de la Magistratura de  ula Ciudad de Buenos Aires y Omar Palermo, juez de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza.

“Lo que buscamos con la elección popular (de los consejeros) es a tenuarles los rasgos corporativos al poder judicial”, dijo Rossi, después de hacer un repaso sobre la historia del Consejo de la Magistratura.

El diputado también aprovechó para hablar de temas de seguridad -aludió al caso de Santa Fe, donde el exjefe de policía está detenido acusado de narcotráfico- y de los diez años de kirchnerismo. “La década ganada” como la llamó la Cristina Fernández de Kirchner. “Nuestra presidenta ha tenido la virtud de poner en la agenda publica aquellos temas que parecían tabú en la sociedad argentina. Había un debate pendiente: el rol de Poder Judicial”

Para el cierre del panel, Agustín Rossi eligió una frase que -según contó- la escuchó hace algunos días en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe, durante un debate sobre seguridad. “El problema grave de las fuerzas de seguridad y con la Justicia radica en que su pecado original es haber sido concebidas para proteger los intereses de los más poderosos”, dijo.

Afuera, más de cincuenta personas seguían con atención lo que pasaba adentro de la carpa. Cada tanto, alguno corría las cortinas para espiar o para buscar un lugar libre. Era en vano, la capacidad de la carpa estaba colmada. Al finalizar el debate, la gente se acercó a los oradores. Otros aprovecharon para ir a comer. Durante más de 15 minutos, Rossi se sacó fotos y firmó autógrafos. El auditorio se vació. No por mucho tiempo. En pocos minutos comienza el segundo panel sobre “Consejo de la Magistratura y participación popular”, con la presencia del senador y consejero de la Magistratura Marcelo Fuentes, la presidenta de la Cámara del Crimen, María Laura Garrigós de Rébori y el jurista Eduardo Barcesat, entre otros. 

-"No hay derechos que se obtengan por desición de un juez"

Algunos minutos después de las 15:00 arrancó el segundo panel de la carpa. La convocatoria fue apenas menor de la primera mesa. El senador nacional y consejero de la Magistratura por el oficialismo Marcelo Fuentes celebró la participación de los jóvenes en el Congreso y que el debate se realice “de cara a la gente” y no en el “encierro”. “No hay ningún derecho que se obtenga a partir de la decision de los jueces. El derecho se obtiene a partir del desarrollo de las luchas populares”, fue la frase con la que cerró su exposición, en un tono ensayado que provocó la ovación de los asistentes. 

Antes de empezar su exposición, el senador Fuentes había dicho que el orden de los expositores se había alterado porque “Carlos Moreno dormía la siesta”. A su turno, el diputado Moreno -y también consejero de la Magistratura- explicó que su demora obedecía a un debate en comisión en la Cámara Baja. “Voy a hablar del mundo real”, dijo al empezar. Según el diputado, “es falso que los consejeros no hagan política”. “Cada consejero, tanto los jueces como los abogados tienen una pertenencia política”, sostuvo. Después hizo un pormenorizado relato de los pedidos de inconstitucionalidad que hizo el Grupo Clarín por la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “Si esto le pasa al gobierno, imaginen que le puede pasar a los pequeños litigantes. Como se sentiria cualquiera de nosotros en un plieito si una de las partes invitara a toda una Cámara, con sus mujeres, a un congreso en miami de tres dias y pagaran 15”, dijo en relación a las denuncias por los viajes de los jueces pagados por el grupo.

La alteración del orden de los oradores no fue el único cambio. La llegada de la presidenta obligó a los organizadores a reducir el tiempo de exposición y a suprimir las preguntasal final del debate.