Es una herramienta importante de la Justicia para identificar a autores de delitos. Las personas señaladas por el testigo deben dar un paso adelante e identificarse en voz alta, como en las películas. Las rondas no siempre determinan la culpabilidad del sospechoso. Cuando los testigos son notificados, no se pueden negar a participar.
La fiscal Silvia Bazzani abrió la cortina y del otro lado del vidrio aparecieron cuatro personas. Cada una llevaba un cartel con un número, del 1 al 4. Claudia Ledesma no dudó y señaló al número 3: era uno de los funcionarios municipales de Malvinas Argentinas, que participó de la organización de una golpiza a periodistas y manifestantes, en junio de 2012. El hombre ya estaba imputado en la causa por lesiones y, con el reconocimiento, se agravó su situación procesal. Las ruedas de reconocimientos son una herramienta para identificar a autores de delitos y están a cargo de los fiscales, según estable el Código Procesal Penal.
En las ruedas, el fiscal le pide a la persona señalada por el testigo que dé un paso adelante y se identifique en voz alta, como en las películas. Si el nombre aparece en la lista de imputados, el fiscal le pregunta al testigo las circunstancias en las que lo conoció. El abogado defensor puede estar presente y hacerle preguntas al testigo.
Junto a Ledesma participó de la rueda de reconocimiento Silvia Burgos: “La noche anterior estaba muy nerviosa. Hay caras que se olvidan y caras que no, las que denuncié me las acordé perfecto”, contó a Infojus Noticias. El hecho que reúne a Burgos y Ledesma sucedió el 5 de junio de 2012, cuando un grupo de manifestantes y periodistas fueron a reclamar por presuntos casos de mala praxis en el hospital pediátrico Claudio Zin, de Malvinas Argentinas, y fueron agredidos por patotas que responderían al intendente Jesús Cariglino.
La beba de seis meses de Ledesma murió de bronquiolitis. La mujer denuncia que se trató de un caso de mala praxis. Por eso reclama. Burgos es su amiga y la acompaña en su lucha.
Burgos dijo que durante esa ronda fue muy bien tratada por la fiscal Bazzani. “Para preservar nuestra seguridad nos encontramos todos los testigos a pocas cuadras de la fiscalía. El secretario nos vino a buscar y nos llevó hasta una oficina”, recordó. Respecto a la seguridad, agregó: “Nos asustamos después de la primera ronda, porque vimos al imputado tomando café en la confitería de enfrente y le dijimos a la fiscal. Ella mandó a una persona a decirle que se fuera de ahí, que no podía estar”. El resto de la jornada los testigos permanecieron en un cuarto encerrados.
Burgos agregó que en la ronda anterior, a fines de junio del año pasado, fue todo distinto. “Teníamos que reconocer a los policías de la Bonaerense que estuvieron en el Zin y no hicieron nada para frenar a la gente que golpeaba. Llegaron a la fiscalía en un colectivo y nosotros estábamos a pocos metros sin seguridad y podían vernos”, recordó.
Los testigos son notificados por el Ministerio Público con varios días de anticipación. No se pueden negar a participar. El tiempo de la ronda depende de la cantidad de testigos y de imputados. Burgos y Ledesma estuvieron más de siete horas en la fiscalía.
“El imputado puede proponer personas para la ronda, alguien muy parecido. Hay que tener cuidado porque si no se los tiene en cuenta, el abogado defensor puede plantear la nulidad de la ronda y se cae la causa, si es la única prueba concreta”, dijo a Infojus Noticias Fernando Domínguez, fiscal de San Isidro. “Si la rueda se produce en una comisaría, el imputado puede elegir a personas del mismo calabozo para que lo acompañen”, agregó.
Respecto a las personas que acompañan a los imputados en las rondas de reconocimiento, son elegidos al azar. Si la fiscalía está junto a una alcaidía, pueden elegirlos de ahí o pedirles a los custodios del imputado que busquen alguien similar. Si hay policías involucrados, el fiscal le pide a Gendarmería que se ocupe de buscar personas con fisonomías parecidas a los del imputado. “Más de una vez salí yo a la calle a buscar personas para las ruedas. Les pregunto si tienen DNI. Si me dicen que sí, ya está”, confió a Infojus Noticias una fiscal del conurbano que prefirió dejar en reserva su nombre.
Si en una rueda reconocen a un sospechoso, puede ser una prueba fundamental en una causa. Pero no siempre significa que el imputado sea declarado culpable. Y viceversa. Un ejemplo es el caso de Carolina Píparo, la mujer embarazada que recibió un balazo en una salidera bancaria y mató al bebé por nacer. En la rueda, Píparo no pudo reconocer al hombre que disparó. “No estoy segura”, le dijo al fiscal Marcelo Romero. Sin embargo, por otras pruebas, el hombre fue condenado a prisión perpetua.
Un caso contrario es el de Luz Gómez, que fue acusada de homicidio junto a su marido Diego Romero en diciembre de 2011. “Soy morocha y me pusieron con personas de tez blanca, con la tía de Diego, que somos muy distintas. La viuda de la víctima había dicho que la atacante era de piel oscura y me señaló a mí”, se quejó la mujer ante Infojus Noticias.
Hace dos meses Gómez recibió la excarcelación: los otros imputados que reconocieron haber participado del crimen dijeron que ella era inocente.