Infojus Noticias

Luego de que la policía matara a un supuesto ladrón en el barrio de Saavedra, unos 40 jóvenes quemaron 16 autos y 5 patrulleros. Entre los inmuebles destruidos está una casa que había sido quitada a los narcos de la zona y entregada a las Madres en lucha contra el paco.

Los hechos son confusos y están siendo investigados por el Juzgado Nº43. La fiscal Cristina Caamaño ya pidió todas las cámaras del lugar para lograr precisiones los detalles la muerte y la posterior destrucción.

Según pudo reconstruir Infojus Noticias, cuando el cabo Javier Almirón vio que un patrullero de la comisaría 35 perseguía a dos chicos que se acercaban hacia donde él estaba, no dudó en bajarse.

-¡Alto!-les gritó.

Uno de los chicos corrió y logró escapar. El otro, Gonzalo Crespo, le habría disparado. Almirón también. Gonzalo cayó. Probablemente alertados por los tiros y los gritos, los vecinos del barrio Mitre se acercaron corriendo al lugar. Eran entre treinta y cuarenta. Muchos, encapuchados.

Al ver el cuerpo de Gonzalo, no quisieron que la policía lo tocara y ellos mismos lo cargaron para llevarlo al hospital Pirovano. No llegó con vida. La bronca se desató. Según la fiscal a cargo Graciela Caamaño, prendieron fuego dieciséis autos y cinco patrulleros. Dos garitas de la policía metropolitana fueron destruidas. También rompieron los frentes de viviendas en Naón y Ruiz Huidobro. La casa de las Madres en lucha contra el paco, excasa de una familia narco, fue devastada.

"Tras la muerte del delincuente, el barrio Mitre salió en señal de protesta. Eran amigos del delincuente que salieron todos juntos a hacer desmanes", indicó  el secretario de seguridad, Sergio Berni.

La fiscal Caamaño recogió dos versiones acerca de lo que motivó el enfrentamiento. Una es que los jóvenes venían caminando en “estado sospechoso”: se daban vuelta, miraban nerviosos . Otros dicen que primero hubo un llamado que alertó al patrullero. Gendarmería Nacional está investigando para determinar que fue lo que realmente ocurrió.

Una mujer que vive en uno de los edificios atacados contó a Télam que "los revoltosos eran todos jóvenes" y que bajaron de dos colectivos blancos y "fueron directamente contra una garita de la Policía Metropolitana" a la que la prendieron fuego. Otra vecina agregó: "la Policía no hizo nada para defendernos. Ellos -por los atacantes- ganaron la calle y con bidones de nafta prendieron fuego los autos que pudieron. Otros de los grupos entraron al garage de un edificio y empezaron a romper todos los autos estacionados".

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, explicó que efectivos de la guardia de Infantería tuvieron que trabajar "toda la noche para contener la violencia" y que se hizo "un despliegue muy grande que duró mucho tiempo".

El ataque a la Casa de las Madres contra el paco

Hasta fines de septiembre del año pasado, la casa de las Madres que luchan contra el paco era uno de los centros de operaciones de José “Cote” Gómez y su familia para vender cocaína y paco, guardar armas y servir de aguantadero. Tras una investigación del juez federal Sergio Torres en la que el Cote Gómez y su hermana Andrea quedaron detenidos, el lugar fue recuperado para el barrio. Hoy se dan charlas de prevención y recuperación, apoyo escolar, actividades vecinales y funciona una sede de la defensoría del pueblo.

Por la noche, tras el enfrentamiento que terminó con la muerte de Gonzalo Crespo (23 años) y el cabo Almirón herido, un grupo entró y destrozó la casa. Se robaron todas las computadoras. Dos policías que custodiaban el interior apenas lograron escapar. Una mujer de Madres en lucha contra el paco fue amenazada. Algunos vecinos salieron a defender el lugar:

-Loco, si acá dan clases de apoyo-gritaban.
-¿Cómo se van a llevar la heladera?-apuró otro.

Ayer por la tarde, una de las hermanas de “Cote” Gómez, que sigue viviendo en el barrio, había pasado por el lugar. Mientras tiraba piedras, les gritó a dos Madres de la organización que devolvieran la casa. Las Madres se preocuparon.

Según un allegado a la Madres, “los narcos aprovecharon para enfrentarse con la policía y recuperar la casa. Ahora está lleno de actividades de recuperación con un patrullero todos los días, que no les es funcional. El tema es quién manda: si las organizaciones sociales o los narcos”.

En el lugar de los destrozos se encontró una Glock calibre 40, una pistola calibre 9 milímetros del policía y una vaina, ya en manos de Gendarmería nacional para realizar las pericias. Según la fiscal, el cabo Almirón recibió un tiro con entrada y salida en la pierna y otro en la rodilla. Está detenido e internado en el hospital Churruca, donde lo están operando. "Quedaron ambos tirados en el piso uno sobre el otro, por eso pensamos que se dispararon en medio del forcejeo por la detención", dijo un jefe policial que participa de la pesquisa.