El imputado por delitos de lesa humanidad en la provincia de Buenos Aires, Clementino Rojas, había declarado un domicilio diferente en la Justicia y creyeron que estaba muerto. Cuando el Tribunal Oral Federal N°1 ordenó su detención, el hombre estaba en su casa.
En la primera audiencia del juicio "Saint Amant II” -por los delitos de lesa humanidad cometidos en el norte de la provincia de Buenos Aires- el abogado oficial del excomisario Clementino Rojas anunció el fallecimiento de su defendido. El fiscal federal Alfredo Villate y las querellas particulares reclamaron un certificado de defunción que no existía. Ahí se descubrió el “error”: el imputado había declarado un domicilio diferente en la Justicia y creyeron que estaba muerto. Cuando el Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario ordenó su detención, el hombre estaba en su casa. Allí se quedará mientras dure el proceso.
En las dos primeras jornadas, en las que se leyó la primera parte del requerimiento de elevación a juicio, la silla de Rojas estuvo vacía. Según explicó su defensor, el excomisario había muerto. “Hizo como Cristo y a la tercera audiencia resucitó”, dijo a Infojus Noticias el querellante José María Budassi.
“Aparentemente hubo un error en el domicilio que había dado Rojas al tribunal y se pensó que había fallecido”, dijo a la agencia Télam un vocero de unas de las querellas. Después de confirmar que seguía vivo, los jueces Otmar Paolucci, Ricardo Vásquez y José María Escobar Cello ordenaron la detención domiciliaria del imputado y rechazaron un planteo de la fiscalía y las querellas para que sea trasladado a una cárcel común.
El ex comisario es uno de los 14 acusados en el debate en el que se juzgan algunos de los crímenes cometidos bajo la órbita del Área Militar 132, un circuito que abarcaba una decena de partidos del norte bonaerense y estaba a cargo del ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, principal imputado en la causa. A Rojas se lo juzga por la privación ilegítima de la libertad del arquitecto Jorge Ocariz, secuestrado la madrugada del 1° de diciembre de 1977.
Ocariz fue detenido en la puerta de su casa cuando volvía del Teatro Municipal de San Nicolás, donde estaba haciendo unos trabajos de pintura. Estuvo detenido en un centro clandestino de detención que funcionó en una casita frente al Penal Federal de San Nicolás. Allí lo torturaron y lo interrogaron por supuestos vínculos con militantes del PRT-ERP.
El 13 de diciembre de 1977 el arquitecto fue trasladado a la seccional de Colón, donde lo recibió el entonces comisario Clementino Rojas. “Ese era un mecanismo muy utilizado. Secuestraban gente, la llevaban a un chupadero y después la blanqueaban en una comisaría. De los policías que fueron procesados por este caso, Rojas fue el único que habló. En la indagatoria contó que Saint Amant le llevó el detenido. Dijo que cumplió órdenes directas de él”, contó Budassi.
Entre los imputados en este juicio hay tres militares y once policías, tras la muerte del comodoro Juan Antonio Benvenutto. Se trata de 15 causas acumuladas en las que se investiga los delitos de privación ilegítima de la libertad, amenazas, tormentos y homicidio cometidos en perjuicio de 77 víctimas.
En la próxima audiencia, el miércoles próximo, el tribunal continuará leyendo los requerimientos de elevación a juicio. En paralelo deberá definir, en base a las pericias médicas, si el ex teniente coronel Saint Amant está en condiciones físicas y mentales de afrontar el juicio.