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Un nuevo incendio en un taller clandestino se desató esta mañana en el barrio de Flores. El siniestro se produjo en una vivienda de dos pisos y que en la terraza alberga una pieza de construcción precaria, ubicada en Yerbal 3514. Según informaron fuentes de la Policía Federal, 16 personas –10 mayores de edad y el resto menores– fueron trasladados al Hospital Álvarez para un control, pero aseguraron que ninguno tenía heridas. Vecinos del lugar denunciaron que en esa casa funciona un taller textil de forma irregular.

Por la ventana enrejada puede verse el techo ennegrecido por humo y las máquinas de coser arrumbadas entre charcos del agua que los bomberos de la Policía Federal utilizaron para apagar el incendio. También pueden verse madejas de hilo de diferentes colores, bolsas con telas derretidas por el calor de las llamas. Afuera, en la vereda, una tabla de madera típica de una mesa de corte, carbonizada.

En el primer piso, ropa tendida en el balcón. Tres guardapolvos blancos entre sábanas y otras prendas. Las ventanas abiertas para airear el humo que subió desde la planta baja donde se desató el incendio. Según el vocero de la Policía Federal, presente en el lugar, las llamas comenzaron por una vela que habían puesto en un altar con una virgen. El fuego tomó la madera y el humo todo el lugar. Enseguida las personas que vivían allí salieron a la calle y los bomberos llegaron para sofocar el incendio.

Mirta y Fina viven en el edificio que comparte medianera con el taller. Ellas contaron a Infojus Noticias que el taller funciona sobre todo de noche y que incluso, durante la madrugada, suele parar una Trafic y que desde el primer piso de la vivienda de Yerbal le tiran los bolsones con la producción de ropa. Ellas denunciaron ante el Gobierno de la Ciudad las irregularidades en el taller cuando las paredes de sus casas empezaron a rajarse por una construcción ilegal realizada en la azotea. Sin embargo, no tuvieron respuesta alguna.

En la ventana de la casa hay un cartel de una inmobiliaria que anuncia que la propiedad se vende. Sin embargo, Mirta advierte que es una forma de encubrir el taller. “A lo largo de la calle Yerbal hay muchos de estos talleres, donde veas un cartel de inmobiliaria seguro ahí funciona uno”, contó.

 JC/PW