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La feria judicial son las verdaderas vacaciones del Poder Judicial. En enero Tribunales y alrededores no es un desierto, pero casi. No se verán a los “carreros” cargando expedientes en carros o sobre los hombros. Muchas oficinas del Palacio estarán cerradas con llave. Hasta los bares, restaurants, casas de comidas, taxistas, vendedores ambulantes y lustrabotas de la zona trabajarán a media máquina o descansarán hasta febrero.

La feria sólo se “habilita” en causas cuya tramitación no permita dilaciones y en los casos en los que los jueces especialmente hayan “habilitado” la feria. Los pocos que se quedan son las “autoridades de feria”, que luego recuperan esos días durante el período normal de trabajo. Hay jueces que tradicionalmente trabajan en enero, como el ministro de la Corte Suprema, Eugenio Raúl Zaffaroni.

Durante este período se pueden hacer presentaciones de cualquier tipo, pero todas las que se hagan tienen que contar con el pedido de la habilitación de feria y la posterior aprobación por parte del juzgado o tribunal de turno para ser analizadas.

Si hubiera que hacer un top five de lugares elegidos para vacaciones por los jueces del Palacio de Tribunales, el ranking podría ser así: Brasil, el Caribe, Europa, la costa argentina y las ciudades de origen. Aunque en los últimos tiempos se sumó un nuevo destino: Asia, con Tailandia a la cabeza. Un continente que hasta ahora era muy elegido por miembros del Consejo de la Magistratura.

En el Palacio las refacciones serán las vedettes del verano: el mes ayuda a concluir muchas refacciones iniciadas en el último tiempo, como la remodelación del interior del hall de planta baja que da a la calle Lavalle, puerta que desde hace un tiempo está cerrada para el ingreso.