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Oralidad, publicidad, democratización de la justicia, celeridad en los procesos y rol preponderante de la víctima. Esos fueron los puntos centrales que destacaron los fiscales generales y procuradores de seis provincias que esta tarde se reunieron con los senadores de tres comisiones y respaldaron el proyecto de reforma del Código Procesal Penal durante el plenario de comisiones que se realizó hoy en el Senado. Se trata de funcionarios judiciales que conocen el sistema acusatorio de primera mano porque es el que se utiliza en sus provincias. "No existe nada a libro cerrado", aclaró, antes del inicio de la reunión, el ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, quien acompañó a los fiscales hasta el Salón Azul, en el primer piso de la Cámara alta.

“El sistema inquisitivo es un lenguaje en desuso. Es como un pibe de 15 años que no tuvo acceso a una computadora”, graficó el fiscal general de San Juan y presidente del Consejo Federal de Fiscales y Procuradores, Eduardo Quattropani, ante los integrantes de las comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Presupuesto y Hacienda. Junto a él llegaron la  procuradora general de la Provincia de Buenos Aires, María del Carmen Falbo, quien calificó como "revolucionario" el proyecto de reforma; el procurador general de Salta, Pablo López Viñals; el fiscal general de Neuquén, José Jerez; y los representantes de Formosa, Jujuy y Chubut.

Las exposiciones de la reunión, que fue continuación de la iniciada el martes con el ministro Alak y el secretario de Justicia de la Nación, Julián Alvarez, comenzaron con la procuradora bonaerense, quien destacó los resultados positivos del sistema acusatorio, que desde hace 16 años se instrumenta en la provincia de Buenos Aires. “Implica salir del sistema inquisitivo no democrático hacia un sistema democrático para que cada parte del proceso judicial tenga un rol preponderante", afirmó.

Falbo también remarcó la necesidad de que se produzca "un cambio cultural" de parte de quienes serán "los operadores" del nuevo sistema judicial y puso de relieve el hecho de que las querellas tendrán más participación para "acompañar la tarea de los fiscales". Señaló que lo más importante es salir de un sistema para ingresar en el otro y reconoció que “puede haber temas para corregir, como ocurre en la provincia (de Buenos Aires) donde aún se hacen correcciones”.

En la misma línea, Quattropani destacó la “cercanía” con la población que genera el sistema acusatorio. “Los que están en el barrio son los fiscales y los defensores y avanzar en este cambio le permitirá a la justicia nacional ponerse a la altura de las 16 provincias donde ya se utiliza y, al mismo tiempo, será un mensaje para las provincias donde aún subsiste el sistema inquisitivo”, indicó.

Los senadores que asistieron a la reunión, que comenzó puntualmente al mediodía y se extendió casi por cuatro horas, pudieron escuchar  la defensa cerrada de los fiscales. Las exposiciones no hicieron más que destacar el cambio en términos culturales y políticos y resaltaron el rol de las víctimas en el sistema acusatorios. Allí tienen la posibilidad de convertirse en querellantes y colaborar con la investigación que debe desarrollar el fiscal.

“Los tratados internacionales señalan particularmente que los procesos judiciales deben darse en un plazo razonable”, indicó el procurador salteño López Viñals y sobre ese punto centró su exposición. También marcó las paradojas del proceso judicial en el sistema inquisitivo, que es el que se emplea actualmente en la justicia nacional: “Los jueces de instrucción se han quedado en la etapa preliminar del proceso, que se convirtió en una etapa de acumulación de trámites y pruebas, que debieran darse en una etapa definitiva”.

El último en exponer fue el fiscal neuquino Jeréz , quien focalizó su explicación sobre los principios de “oralidad y publicidad” que asegura el sistema acusatorio. “Si un código procesal penal no sirve como herramienta para tener una sociedad más segura y justa no sirve para nada”, dijo al abrir su exposición y aseguró –sobre la base de la experiencia recogida en su provincia- que “los principios de oralidad y publicidad son opuestos al sistema inquisitivo”.

“Con el sistema acusatorio el juez se vuelve una cara visible y debe ser él y no sus secretarios quién tome las definiciones”, afirmó Jeréz y destacó la referencia en el proyecto oficial al reconocimiento de los sistemas de justicia de los pueblos originarios. Esa definición existe en Neuquén, donde se firmó un acuerdo para reconocer la identidad cultural de los pueblos originarios.