Infojus Noticias

Rafael Ianover sintió una “gran emoción” esta tarde. Fue cuando escuchó una noticia que espera desde hace muchos años: el secretario de Justicia, Julián Álvarez, le dijo que un fiscal federal acababa de pedir que Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble, del Grupo Clarín, y Bartolomé Mitre, de La Nación, sean citados a indagatoria por el delito de extorsión. Están acusados, junto a ex militares y otros civiles, de participar de una operación irregular para quedarse con Papel Prensa, la empresa del Grupo Graiver, que fue “vendida” luego de que los directivos y dueños fueran secuestrados y torturados.

“Estaba en una reunión por las nuevas leyes de defensa del consumidor. Se estaba presentando el nuevo fuero para defensa del consumidor. Y ahí anunció lo que para mí fue una sorpresa tremenda, que pidieron indagatoria a la viuda de Noble, de Magnetto y de Mitre”, dijo Ianover a Infojus Noticias, ex vicepresidente de Papel Prensa, al otro lado del teléfono.

Ianover, de 89 años, fue secuestrado en 1977 y liberado después de 16 meses de detención, poco antes de la inauguración de la planta de Papel Prensa, que había vendido bajo presión. Es uno de los sobrevivientes de aquellos secuestros coordinados de los directivos del grupo Graiver, que incluyó a Lidia Papaleo y al abogado Jorge Rubinstein, que murió en una de las sesiones de tortura.

“Sentí una gran emoción porque hace mucho, pero mucho tiempo, que estamos esperando, los que estamos involucrados. Nosotros estamos vivos y también hay, al menos, tres querellados vivos y fueron llamados a indagatoria”, dijo Ianover, que llegó el encuentro con el secretario Álvarez y su par de Comercio e Industria, Augusto Costa, como representante de la Asociación Coordinadora de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes (ACUCC).

Ianover cumplirá 90 años el 8 de mayo. Antes de llegar a la vicepresidencia de Papel Prensa era secretario honorario de la Bolsa de Cereales, vicepresidente del Centro de Corredores y manejaba una cerealera. No necesitaba asociarse al grupo Graiver pero le llamó la atención la posibilidad de ser parte de una empresa nacional dedicada a la producción de papel.

“Ellos (los acusados) están vivos y yo también. Cuando escuché la noticia me emocioné mucho porque por cómo marchaba el expediente, no lo esperaba. Estaba tan dilatado que no sé por qué no avanzaba”, repitió Ianover sobre el momento en el cual se enteró la noticia. No la comentó con nadie, pero el teléfono de su casa no dejó de sonar. Lo llamaban amigos y conocidos para avisarle que en los informativos radiales y en la televisión había novedades de la causa Papel Prensa.

PW/RA