Además de las huellas halladas en la camioneta Dodge Journey de la víctima, cuentan con un nuevo indicio: Segundo Tévez reconoció la voz de uno de sus captores en una escucha telefónica realizada a una banda de secuestradores.
En medio de un fuerte hermetismo, la justicia avanza para desbaratar la banda que secuestró al padre del futbolista Carlos Tévez. Además de las huellas halladas en la camioneta Dodge Journey de la víctima, cuentan con un nuevo indicio: Segundo Tévez reconoció la voz de uno de sus captores en una escucha telefónica realizada a una banda de secuestradores. La llamada, correspondiente a otra causa, se reprodujo por televisión. Los dichos del padre del futbolista fueron recibidos durante una declaración testimonial que brindó horas después de ser liberado y ahora se trabaja en esa pista.
De acuerdo a lo expresado por fuentes judiciales, Tévez (52) dijo que la voz del secuestrador le resultaba parecida a la de uno de los integrantes de la banda que lo capturó el martes último en el partido de Morón y lo liberó tras el pago de 400 mil pesos de rescate en inmediaciones de Fuerte Apache, partido de Tres de Febrero.
Para Gustavo Galasso, el abogado de la familia Tévez, lo único concreto que hay es lo que se halló en la camioneta y que incluso aún no tiene peso en sí mismo, ya que falta el cotejo de la huella con la base de datos que permitiría identificar a uno de los captores. En relación a la pista de la voz surgida de las escuchas, Galasso relativizó su importancia y pidió que se avance con celeridad en la investigación para desbaratar la banda que ya estaría identificada.
Los elementos con los que cuentan los investigadores marcan que los autores del secuestro serían una banda dedicada al robo de autos, pero que en esta ocasión improvisaron el secuestro teniendo en cuenta que reconocieron al padre del futbolista.
Tévez fue secuestrado cerca de las 7 de la mañana del pasado martes cuando circulaba en su camioneta Dodge Journey negra por la autopista del Oeste y salió hacia su trabajo como maestro mayor de obras por la calle Dolores Prats, en Morón. A unas cuadras de esa autovía, en la intersección de Sullivan y Acosta, al menos tres asaltantes armados le cruzaron un auto Volskwagen Passat CC blanco, lo obligaron a bajarse y le robaron la camioneta, el dinero que llevaba y los documentos.
El padre de Carlitos caminó por Acosta en busca de una remisería y al llegar a Padre Vanini, a una cuadra, los ladrones, que habían leído el apellido en la cédula verde de la camioneta y se dieron cuenta que era padre del futbolista, volvieron a capturarlo.
Enseguida, lo obligaron a subirse a la camioneta y se lo llevaron por distintos lugares del conurbano bonaerense mientras llamaban por teléfono a la casa de otro de sus hijos, en el barrio porteño de Villa Devoto.
Los secuestradores pasaron a Tévez al Passat y dieron varias vueltas por calles de la Capital Federal, hasta que lo liberaron a ocho horas de su captura luego de que un familiar pagó 400 mil pesos de rescate, cerca de General Paz y avenida San Martín.
Tras ser liberado, Tevez viajó en remís hasta la casa de su hijo, en Marcos Paz al 3500 de Villa Devoto, donde declaró ante el fiscal Federal Federico Delgado sobre los hechos.
Ayer, la camioneta de Tevez fue encontrada estacionada en la calle Pueyrredón, entre 9 de Julio y Cabildo, cerca del barrio Ejército de los Andes, conocido como Fuerte Apache, a cuadras de donde la víctima fue liberada. Los investigadores del secuestro informaron que en uno de los vehículos secuestrados -o la Dodge o el Passat de los delincuentes- hallaron un rastro de interés para la causa.