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Los padres de las víctimas del colegio Ecos denunciaron un nuevo retraso en la justicia de Santa Fe. Es porque la Cámara de Apelaciones de la ciudad de Rafaela ordenó que el expediente vuelva al departamento de Vera, por un detalle formal. Es en la causa penal que se le sigue al chofer del colectivo que transportaba a los estudiantes, Oscar Atamañuk, que chocó contra un camión cuyo conductor, Ángel Soto, manejaba alcoholizado. En el accidente murieron doce personas, nueve alumnos, una docente, el chofer y el acompañante del camión.

Atamañuk fue condenado en dos instancias. Cinco años después de la tragedia, en 2011, se lo condenó en primera instancia. Luego lo absolvió un tribunal. La causa estuvo al borde de la prescripción, pero Atamañuk fue nuevamente condenado en noviembre de 2013. Su defensa apeló.

Las familias de las víctimas denunciaron en un comunicado “una justicia que no llega, que demora y que está en una zona limbo, un espacio ambulatorio sin ley donde los expedientes van y vienen en un devenir eterno, mientras los fantasmas de las víctimas y sus familiares son una especie de cautivos a la espera de algún milagro salvador que nunca llega”. Además de los plazos, los padres enumeraron una serie de torpezas que atentan contra la causa y la búsqueda de verdad: “Instancias que se suceden interminablemente, errores burocráticos, notificaciones mal despachadas, sellos mal puestos, apelaciones a perpetuidad y dormidas bajo el polvo de una pampa caliente e impune”.

El delito por el que está imputado el chofer es “homicidio y lesiones culposas”. El abogado de la querella, Marcelo Parrilli, dijo a Télam que “ahora aparentemente se olvidó de dar aviso a una de las partes”. Carlos Ereck, padre de una de las víctimas, agregó que Atamañuk sigue manejando en una remisería correntina: “No se le retiró la licencia de conducir, cuando está probado en la causa su responsabilidad en la tragedia”.

Atamañuk sigue sin condena firme. La causa avanza dubitativamente y vuelve hacia atrás, a ocho años de la tragedia. El accidente ocurrió el 8 de octubre de 2006 en la ruta nacional 11, en la localidad de Margarita, provincia de Santa Fe. Los chicos volvían a la Ciudad de Buenos Aires desde la escuela El Paraisal, que el colegio Ecos apadrina desde 1994. Habían viajado para realizar tareas solidarias. A raíz de esta tragedia, se declaró al 8 de octubre como Día Nacional del Estudiante Solidario.