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Los 22 años que pasaron desde la muerte del fan de Los Redonditos de Ricota, Walter Bulacio, acrecentaron la bronca y la indignación. El juicio por “privación ilegítima de la libertad” contra el ex comisario Miguel Ángel Espósito que se lleva a cabo desde la semana pasada reavivó el dolor. Y trajo nuevas declaraciones. La abogada de la familia, María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi),acusó al Carlos el Indio Solari, líder de la banda, de “haber pateado en contra”. El músico respondió. En el medio, Enrique Symms recordó en una columna especial para Infojus Noticias: “Yo lo acusé de asesino”, en referencia a Solari.

La polémica en torno del caso Bulacio se desató con furia cuando Verdu acusó al músico de no haber ayudado a la familia de Bulacio. "Cuando vos salís a decir, desde el lugar de prestigio e importancia para la juventud que tiene el Indio, 'cada cual se cuida su propio culito', o 'se murió un redondo, cuál es', todo eso es un clarísimo mensaje de desmovilización. Ellos tiraron en contra, es claro", dijo Verdú.

Solari le respondió a la abogada a través de un blog: “Mientras muchos lo recuerdan recién durante estos días, una foto de Walter, junto a la palabra Justicia, sigue estando en las pantallas de mis conciertos”. “'Se murió un redondo, ¿cuál es?'. Esto han puesto en mi boca y yo no puedo haber dicho eso nunca. Jamás le sugerimos a la mamá de Walter que no televisara su dolor”. El músico también explicó por qué nunca fueron a las marchas que se realizaron para pedir Justicia por Walter.

Entre las declaraciones de Verdú y la respuesta de Solari, hubo una voz que encendió aún más la polémica: fue la de Enrique Symms. En una columna de opinión realizada para Infojus Noticias, el creador de “Cerdos & Peces”, que formó parte de los comienzos de la agrupación, evocó que en una carta abierta: “Lo mató un policía, pero a ese repugnante tipo lo contrató la banda y siempre el que paga tiene más responsabilidad que el contratado”, agregó.

La noche del 19 de abril de 1991 Walter Bulacio, de 17 años, fue a ver un recital de Los Redonditos de Ricota en el estadio de Obras. En la puerta fue demorado por efectivos de la comisaria 35 que lo detuvieron argumentando que había intentado colarse. Una semana después,  murió como consecuencia de una golpiza que le dieron en esa comisaría. En el expediente se habla de un “aneurisma no traumático”. Desde el 24 de septiembre se juzga la única parte de la causa que todavía queda en la Justicia. El tribunal oral N° 29 enjuicia a Miguel Ángel Espósito acusado de privación ilegal de la libertad de Bulacio. La causa principal del crimen prescribió por la lentitud de los procesos judiciales.