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El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, decidió que no hubiera más público visitante en lo que queda del Torneo Final de fútbol. También resolvió sacarle las balas de goma a la policía de la provincia de Buenos Aires que hace los operativos en las canchas. Todo esto después del asesinado del hincha de Lanús en el Estadio Único de La Plata, ayer por la tarde. En el hospital de Bonnet confirmaron que murió por una bala de goma y la fiscal Ana Medina ordenó la detención de tres policías y hoy los indagará para determinar quién disparó.

-Pará que yo te paro a los pibes.

Esas fueron las últimas palabras de Daniel Santiago Jeréz. Según los testigos, se puso delante de la línea de tiro para proteger a una mujer con dos criaturas.

Jerez era miembro de la Subcomisión del Hincha de Lanús. Tenía 38 años y todos lo conocían como el Zurdo. Era delegado del gremio de Camioneros y estaba vinculado a la barra. Ayer, cuando un grupo de 20 personas se enfrentó con la policía, él fue a separar y terminó muerto por un disparo.

Con la grabación de las cámaras en su poder, la fiscal Medina, de la Unidad Funcional de Instrucción y Justicia N° 1 de La Plata, ordenó la detención de tres agentes: los capitanes Roberto Lezcano y Víctor Bacuco, y el teniente primero Jorge López. Después de las declaraciones indagatorias la fiscal deberá resolver si solicita al juzgado de Garantías que continúen detenidos efectivos policiales.

"Los tres no dispararon", dijo Medina a la agencia Télam. La fiscal investiga quién efectuó el disparo. Anoche los tres policías quedaron desafectados de la fuerza, por orden de Casal.

El ministro declaró: “Se deben peritar las tres armas para saber cuál de ellas disparó esa bala que, a larga distancia, hubiera sido disuasiva, ya que no son letales. Pero, evidentemente, a corta distancia ha sido letal”.

Lanús, que peleaba el campeonato con Newell's y River, llevó 300 barras a La Plata. Seis micros que salieron temprano desde el sur de la provincia de Buenos Aires. Cuando estaban a punto de llegar los paró un operativo policial y los hizo bajar a todos. Los cachearon y comprobaron que todos tenían entradas. Después, a metros de la cancha, la policía dividió a la hinchada en dos grupos. La primera parte entró sin problemas. Entre ellos estaba el Zurdo Jeréz, encargado del traslado los bombos y las banderas, para la que usaba la logística que le facilitaba su rol de delegado de Camioneros.

Entre la otra fracción de la hinchada estaba la primera línea de la barra brava. 20 personas que, como en cada partido, esperaban para entrar últimos. Entraron todos menos ellos. La infantería y la policía motorizada los rodeó. Nadie entendía bien que había pasado, cómo habían llegado hasta ahí. Lo que sí podía saberse era cómo iba a terminar.  

"Esto se acabó: en la provincia de Buenos Aires no va a haber más público visitante en ninguna divisional hasta tanto la AFA y la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) nos garanticen la absoluta ausencia de violencia en las canchas de fútbol", declaró Casal.

Con la policía rodeando a los veinte barras, Diego Fanfi Goncebatte, número uno de la hinchada, pidió hablar con el jefe de la Distrital La Plata, el comisario Domsky. Un policía motorizado le pegó con un palo en la cabeza. Cayó al piso y se acercaron más efectivos. La barra empezó a tirar piedras, la policía devolvió balas de goma. El grupo que ya había entrado quiso salir. El Zurdo Jerez a la cabeza.

Dentro del estadio el partido seguía. Estudiantes le ganaba 2 a 0 a Lanús. Según las declaraciones del técnico del granate, Guillermo Barros Schelotto, los disparos se escuchaban desde el campo de juego. “Me pareció violento, pero como el árbitro decidió seguir, supuse que no había pasado nada”.

Hoy, en declaraciones con C5N, el hincha de Lanús Adrián Russo, dijo: “A mi amigo le pegaron un tiro adentro de la cancha, la Caballería nos empezó a pegar y nos tiraron con balas de goma". Ayer el operativo policial en el Estadio Único de La Plata contaba con 600 efectivos. Todos cobran adicional por su trabajo en los partidos de fútbol.

“Estamos para pacificar, no para cuidar este tipo de situaciones ni para custodiar a los barras. Si en la reunión de hoy me autorizan, iremos al Comité Ejecutivo de la AFA. Voy a estar personalmente, y les vamos a comunicar nuestra decisión, que esperamos que se homologada. Esta gente –refiriéndose a los policías- podría estar haciendo otras cosas", dijo Casal.